A CONTROL REMOTO
De cómo Sara Montiel se convirtió en mito
Mucho antes que Antonio Banderas, Penélope Cruz o Javier Bardem, Sarita Montiel fue la primera actriz de España en llegar a Hollywood
Lo primero que hay que decir de Sara Montiel (o Sarita Montiel, como le conocemos en Latinoamérica) es que se erigió como el último gran mito del cine español. Mucho antes que Antonio Banderas, Penélope Cruz o Javier Bardem, fue la primera actriz de su país en llegar a Hollywood y labrarse una carrera, luego de triunfar rotundamente en México, donde rodó 14 películas en apenas cuatro años, estelarizando con luminarias como Pedro Infante, Arturo de Córdoba, Agustín Lara, María Félix, Katy Jurado y Dolores de Río.
En 1954, y gracias a interpretaciones como Piel canela y Cárcel de mujeres, los últimos dos filmes de su etapa mexicana, es convocada por Hollywood. En la Meca del Cine trabajó de igual a igual con actores de la relevancia de Burt Lancaster, Gary Cooper, Charles Bronson, Mario Lanza y Vincent Price, entre otros. Y allí se casa posteriormente con el director de cine Anthony Mann.
En 1957, y sin tanta expectativa por parte de ella, hace un paréntesis en Hollywood y viaja a su natal España para filmar El último cuplé, película que había aceptado hacer para no desairar a su realizador, Juan de Orduña, uno de sus mentores durante sus inicios en el séptimo arte, quien ya le había ofrecido el mismo papel a Imperio Argentina, Conchita Piquer y Juanita Reina, pero ninguna lo quiso aceptar. A pesar de su buena disposición, Sarita no confiaba en el resultado que luego tuvo la película cuando se estrenó. La prueba es que se volvió a Estados Unidos y ni siquiera quiso regresar el día del estreno.
Un inesperado triunfo del cual se están cumpliendo ahora 65 años. Y no solamente como actriz, sino también en la faceta de cantante. Asumió el reto de grabar una selección de cuplés, que sonaron en la banda sonora y contribuyeron en gran medida al éxito de la cinta de Orduña. Cautivó con su muy peculiar estilo vocal, de tonos graves y limitada tesitura. Dotó de sensualidad aquel repertorio de los años 20, que en la segunda mitad de la década de los 50 estaba olvidado.
Sobra decir que El último cuplé ha sido uno de los sucesos de taquilla más importantes del cine español, el mismo que catapultaría a esta artista a la fama definitiva como una enorme estrella, protagonizando posteriormente otros títulos de éxito, especialmente La violetera, Mi último tango y Noches de Casablanca. Hizo de España su residencia a partir de entonces y su filmografía alcanzó más de 50 películas.
Hacia finales de la década de los 70, decide abandonar su carrera de actriz y dedicarse de lleno a la música, protagonizando shows de cabaret, espectáculos de revista y musicales de televisión, al igual que incontables giras internacionales, en donde Venezuela formaba parte de su itinerario obligado. Fallecida de causas naturales a los 85 años -el 8 de abril de 2013- desde fines de 2016 se le recuerda intermitentemente en la obra teatral Una noche con Sara, que la actriz Eva Manjón ha presentado en giras por toda España y que entonces estrenó en el teatro Rialto de la Gran Vía madrileña, el mismo donde se hizo la premiere de El último cuplé y permaneció durante más de un año en cartelera.
@aquilinojmata
En 1954, y gracias a interpretaciones como Piel canela y Cárcel de mujeres, los últimos dos filmes de su etapa mexicana, es convocada por Hollywood. En la Meca del Cine trabajó de igual a igual con actores de la relevancia de Burt Lancaster, Gary Cooper, Charles Bronson, Mario Lanza y Vincent Price, entre otros. Y allí se casa posteriormente con el director de cine Anthony Mann.
En 1957, y sin tanta expectativa por parte de ella, hace un paréntesis en Hollywood y viaja a su natal España para filmar El último cuplé, película que había aceptado hacer para no desairar a su realizador, Juan de Orduña, uno de sus mentores durante sus inicios en el séptimo arte, quien ya le había ofrecido el mismo papel a Imperio Argentina, Conchita Piquer y Juanita Reina, pero ninguna lo quiso aceptar. A pesar de su buena disposición, Sarita no confiaba en el resultado que luego tuvo la película cuando se estrenó. La prueba es que se volvió a Estados Unidos y ni siquiera quiso regresar el día del estreno.
Un inesperado triunfo del cual se están cumpliendo ahora 65 años. Y no solamente como actriz, sino también en la faceta de cantante. Asumió el reto de grabar una selección de cuplés, que sonaron en la banda sonora y contribuyeron en gran medida al éxito de la cinta de Orduña. Cautivó con su muy peculiar estilo vocal, de tonos graves y limitada tesitura. Dotó de sensualidad aquel repertorio de los años 20, que en la segunda mitad de la década de los 50 estaba olvidado.
Sobra decir que El último cuplé ha sido uno de los sucesos de taquilla más importantes del cine español, el mismo que catapultaría a esta artista a la fama definitiva como una enorme estrella, protagonizando posteriormente otros títulos de éxito, especialmente La violetera, Mi último tango y Noches de Casablanca. Hizo de España su residencia a partir de entonces y su filmografía alcanzó más de 50 películas.
Hacia finales de la década de los 70, decide abandonar su carrera de actriz y dedicarse de lleno a la música, protagonizando shows de cabaret, espectáculos de revista y musicales de televisión, al igual que incontables giras internacionales, en donde Venezuela formaba parte de su itinerario obligado. Fallecida de causas naturales a los 85 años -el 8 de abril de 2013- desde fines de 2016 se le recuerda intermitentemente en la obra teatral Una noche con Sara, que la actriz Eva Manjón ha presentado en giras por toda España y que entonces estrenó en el teatro Rialto de la Gran Vía madrileña, el mismo donde se hizo la premiere de El último cuplé y permaneció durante más de un año en cartelera.
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