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Carla Baratta: “Los personajes de Hollywood son los mismos de hace veinte o treinta años”

La actriz, arquitecto y artista visual venezolana, radicada en Los Ángeles, conquista poco a poco el mercado anglo con la serie de FX, "Mayans MC"

  • DULCE MARÍA RAMOS

10/04/2022 01:00 am

Proveniente de una familia que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial y que emigró a Venezuela, la actriz y la artista visual Carla Baratta vive también la experiencia de ser migrante; desde hace varios años está radicada en Los Ángeles, en compañía de su esposo, el actor Guillermo García, su hijo Diego y un nuevo integrante que espera en su vientre y nacerá en los próximos meses.

La actriz recuerda que desde niña sintió atracción por la actuación y la pintura, asunto que su madre incentivó. Desde 2018 conquista las pantallas del mundo anglo con Mayans MC, serie spin-off de Sons of Anarchy, transmitida por FX y cuya cuarta temporada se estrena el 19 de abril. Aquí Baratta interpreta a Adelita, una mujer de origen latino con una personalidad muy fuerte.

“Cuando hice la audición recuerdo que el personaje cuidaba a varios niños víctimas de la violencia, para mí fue muy emocional porque justo ese momento los estudiantes protestaban en Venezuela. En la segunda temporada, los libretistas habían escrito que Adelita estaba embarazada, sin saber que yo también lo estaba. Fue difícil, luego de dar a luz a Diego, retomar la filmación, y que justo la primera escena fuera de Adelita teniendo a su hijo al que le arrebatan de las manos. Mientras más le doy al personaje, más me da él a mí, más crezco como ser humano y artista”, dice la actriz.

-¿Cómo ha sido para usted el proceso de ser migrante?
-Ahora lo más difícil es dejar atrás a mi familia. Soy de San Cristóbal, crecí rodeada de toda mi familia y quiero que mis hijos crezcan con sus primos y sus abuelos. En el momento que decidimos migrar lo más difícil fue no tirar la toalla por lograr nuestros sueños, tener confianza plena en que las cosas se iban a dar. Han sido más los aprendizajes, especialmente tratar de no perderme en este medio que a veces puede ser muy frívolo; Guille (su esposo) ha sido un gran apoyo en todos los sentidos.


Afirma la actriz que cada vez que regresa a Venezuela vuelve a ser niña (CORTESÍA)   

-Recientemente estuvo en Venezuela, ¿cómo es reconectarse con el país en cada regreso?
-Vuelvo a ser una niña. Siento que toda la responsabilidad que tengo acá, al llegar a Venezuela se reparte porque tengo el apoyo de mis padres, mi suegra, mis cuñadas. Cada vez que vamos es otro país, al final del día es lo que menos me afecta. Vivo los momentos con la familia más intensamente, desde el compartir hasta el sabor de cada comida. Venezuela es y será el lugar donde está mi corazón. También sueño que podemos volver a estar allá y que se desarrolle una industria donde los artistas tengamos una verdadera calidad de vida. La última vez que fuimos me impresionó cómo la gente sigue apostando por el país, por sus proyectos.

-Si nos remontamos a su historia familiar, sus abuelos se vieron forzados a migrar por la Segunda Guerra Mundial.
-Mi nona Paula -abuela materna-, con la que tengo más relación y es mi alma gemela, aún está viva y cumplimos años el mismo día, habla mucho de eso, tiene sus cuadernos, aún guarda su única muñeca. Me impresiona su memoria, me parece muy bonito más en esta época donde todo es tan inmediato y efímero. También me impresiona su resiliencia: llegar a un país donde no tenías nada, no hablabas el idioma, pero agradeciendo tu pasado y mirando hacia el futuro.

“Mi abuela -prosigue- renunció a su nacionalidad italiana, no quería ser más una inmigrante. Habla español con mucho acento y orgullosa siempre le dice a todo el mundo que es venezolana. Cada vez que hablo con ella me aconseja tener mucha paciencia. En el caso de mis abuelos paternos todo fue un poco más traumático, ellos decidieron no hablar más italiano, adoptar la cultura y aprender el idioma”.

 
Baratta, la artista visual, explora la figura femenina desde el inicio de la historia con Adán y Eva hasta la mitología griega (CORTESÍA)

-Más allá de la actuación, es artista visual.
-Recuerdo que empecé a pintar a los once años, era algo que me llenaba. En una navidad mi mamá me regaló un caballete con unos oleos; para mí fue el mejor regalo. La pintura se convirtió en una herramienta de meditación para plasmar lo que me pasaba. En Venezuela, la actuación era mi hobby, pero cuando me mudé a Los Ángeles todo cambió. Ya no tenía que hacer cuadros por encargo, así que me encontré como artista, pensar qué me interesaba dibujar, así que lo que más agradezco a la actuación es ser hoy una artista visual de verdad. Todo lo que hago son autorretratos, ahora estoy explorando la figura femenina desde el inicio de la historia con Adán y Eva hasta la mitología griega.

-Y ante esa mirada femenina en su obra plástica, ¿cómo lo ve su lado actoral?
-Vivimos en una sociedad patriarcal, y si bien han cambiado muchas cosas, la mujer sigue viéndose como un objeto sexual; el físico sigue siendo lo primordial en cualquier trabajo. Los personajes de Hollywood son los mismos de hace veinte o treinta años. Por fortuna, mi papá llegaba temprano a la casa, nos buscaba al colegio, nos preparaba la comida, así que no viví el machismo en casa. Crecí con un padre siempre presente y ahora Guillermo lo es con Diego. Los niños aprenden con el ejemplo.

-A futuro, ¿qué papeles le gustaría interpretar?
-Mujeres reales, con las que me pueda identificar.

-Y finalmente, ¿cómo es la ventana por donde mira Carla Baratta?
-Quisiera ver el mundo con esa ingenuidad y alegría que tienen los niños, aprender a vivir los instantes, el ahora.
@DulceMRamosR





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