Las revelaciones se exponen a través de los testimonios de las exnovias de Hugh Hefner, Holly Madison y Sondra Theodore, así como también, de Mother PJ Masten.

En palabras de Sondra Theodore, de 65 años, en la mansión Playboy tenían por costumbre programar sesiones de sexo grupal por cinco noches semanales, que la hacían sentir “rota por dentro”.

En la producción, supuestamente se revelará el modo que tenía de operar el editor de la revista que provocó "daños físicos y emocionales a varias de sus parejas".

De acuerdo con el documental, el editor de Playboy fundó "un imperio de prostitución, violación y perversión más grandes y consensuados del mundo".



Según las confesiones, lo que comenzó como un club de entretenimiento “inofensivo” para caballeros, se convirtió en un club para pervertidos donde manejaban a las mujeres a su antojo, situación que tuvo poca atención por parte de las autoridades.

Entre las declaraciones se conoció que Hugh Hefner organizaba "pig nights" semanales, que consistían en llevar prostitutas “feas” para que se acostaran con sus miembros VIP. Entre las figuras que frecuentaban estos grupos se destacaba Don Cornelius, quien fue durante más de 15 años el presentador del programa Soul Train. Al animador se le acusó en su momento haber tomado como rehenes a dos conejitas de Playboy.



Por su parte, Holly Madison, quien fue pareja del editor de Playboy durante siete años, contó que el magnate se negaba a usar protección durante las relaciones sexuales. Además, confesó que la violencia y los excesos que se vivían constantemente en la mansión la llevaron a pensar en quitarse la vida.

El documental también expone entrevistas con la actriz porno, Linda Lovelace, protagonista de la película Garganta profunda, quien en sus declaraciones apuntó que cuando estuvo en la mansión la trataron como a un “pedazo de carne” y la obligaron a hacerle sexo oral a un pastor alemán, mientras el dueño de Playboy y sus amigos observaban.