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Silvana Estrada: “El reguetón estará de moda, pero música popular es lo que yo hago”

La cantante y compositora veracruzana estrena el 21 de este mes su primer disco “Marchita”

  • LUCÍA ROJAS OLIVIER

16/01/2022 01:00 am

Apodada como la nueva voz de la canción mexicana, Silvana Estrada (Veracruz, 1997) se ha convertido para su generación en el vínculo entre la modernidad y la música popular, entre la frescura y el compromiso de un sonido ya asentado como el de Chavela Vargas, Violeta Parra o Mercedes Sosa.

Siendo la primera latina en ser firmada por la disquera de la leyenda de la batería estadounidense Daniel Glass, Glassnote Records, Estrada hace junto a El Universal un recorrido por sus inicios en la música profesional, pasando por cómo se acercó y vinculó con el cuatro venezolano, instrumento que toca con especial afecto y particularidad, hasta llegar al momento más esperado de su joven carrera; la producción de su álbum debut a estrenarse el 21 de enero. Marchita es una placa discográfica que, inspirada en un desamor de su vida, muestra la faceta más artística y vulnerable de esta cantautora de 24 años, a través de una estructura conceptual que “abarca también mucho de lo visual” para contar su historia.

De ese primer disco se desprenden tres sencillos que ya se han dado a conocer, Marchita, La corriente y Te guardo, siendo este último un relanzamiento que la mexicana siente “le debía” a un tema especial para ella, estrenado hace tres años, pero que ahora suena con más fuerza.

 
"En mi familia somos muy fans de la música venezolana", dice Silvana Estrada (CORTESÍA)

-Empezó en la música desde muy pequeña bajo la influencia de sus padres. ¿Cómo ha sido su proceso para encontrar su sonido y su arte? ¿Cree que fue más certero?
-Mis padres son músicos clásicos y en algún punto de sus carreras dejaron la orquesta y se fueron a Italia a estudiar luthería, luego volvieron a México hace ya veintitantos años. Son luthiers, así que crecí rodeada de instrumentos, de música y de músicos, y fue muy bonito porque crecí con la idea de que la música era “el trabajo”, pues de niña pensaba que todo el mundo se dedicaba a la música –dice entre risas–.

“Ahora, mi proceso para encontrar mi arte creo que ha pasado por mucho, porque si bien crecí en una familia de músicos, ninguno de mis padres fue mucho de canciones; eran del folklore latinoamericano, del jazz y de lo clásico. De hecho, mi carrera empezó como tal, cuando comencé a tocar jazz y tanto para mis padres como para mí era algo normal, pensábamos que así era todo. Ya cuando les dije sobre mi deseo de hacer canciones, que me salí de la escuela, sí se asustaron un poco, pero respetaron mi decisión. Así empezó mi proceso, cuando me vine a Ciudad de México, aprendí a tocar un cuatro venezolano que tenía mi papá en el taller, en mi familia somos muy fans de la música venezolana, y en una noche ya tenía una canción hecha, y dije: ‘Me encanta esto’. Me enamoré de todo, del instrumento, del proceso de escribir canciones, de todo… De allá para acá ha sido un viaje de explorar y jugar; primero quise hacer jazz en mis canciones, luego pasé al indie-alternativo, seguidamente hice más pop y ahora siento que estoy en equilibrio con la música popular, el folklore, la improvisación libre… lo más rarito… En fin, creo que ahora estoy en un momento muy feliz para mí y para mi música”, agrega.

-Es llamada por los internautas “La nueva gran voz de la canción mexicana”. ¿Cree que ese estilo suyo y sus letras que apoyan derechos humanos, como en la canción Si me matan, eran necesarios en el momento que está atravesando la sociedad?
-Sí, con mi música intento ser un poco el reflejo de la actualidad de mi país; creo que en la música se ha perdido la costumbre de hablar de la realidad, de ser espejo de lo que se vive. La canción Si me matan es algo con lo que empatizo, y no es que me considere una cantora política, pero sí una que habla de su situación, de su realidad, y mi realidad es esa: ser una mujer en un país donde serlo a veces te cuesta la vida. Entonces, sí creo que en mi quehacer artístico intento ser congruente con mi vida, con lo que soy. En ese sentido, creo que logro ser lo suficientemente honesta para que la gente se identifique, y he notado que no solo la gente de mi edad va a escucharme, sino personas de diferentes generaciones, incluso menores de edad, y supongo que esto se debe a que siempre hablo de una manera muy honesta y creo que siendo así, buscando esa vulnerabilidad en mis canciones, logro dar identidad a la gente de ahora, a los que vivimos las situaciones actuales, llámense Covid-19, violencia de género o lo que sea.



-¿Qué le hace apostar por la música que hace cuando la industria musical actual, al menos en este lado de Latinoamérica, está atestada de música urbana? ¿De dónde viene ese amor y firmeza por crear rescatando lo tradicional?
-Es la música que hago, la que me nace hacer; no me saldría otra cosa si alguien viniera y me dijera: “Tú ahora vas a hacer esta música” y es una música que no quiero. Me dedicaría a otra cosa. Sí veo que la industria y especialmente los medios le dan mucho apoyo y apertura hoy en día a la música urbana, pero creo que mi música y la razón por la que la hago es porque lo necesito, y gracias a la madre tierra, al universo, a lo que sea, conecto con la gente haciendo lo que me gusta. Pero es verdad que a veces da miedo atreverse a mostrar quién uno es. Fíjate en esa misma industria musical, en sociedades donde la autenticidad se castiga tan fuerte, un día ves en las redes sociales que todo es copia de la copia, ya hay ideas preestablecidas como: “Sí, sé auténtico, pero copia estos patrones”. Creo que ser auténtico en estos momentos da miedo porque pocos lo están haciendo realmente, es un acto bonito decir: “Bueno lo que está pegando es el reguetón pero, lo siento, esto es lo que yo hago”.

-¿Además de Chavela Vargas, quiénes han sido una influencia fuerte en su música?
-Definitivamente Soledad Bravo, Violeta Parra, Mercedes Sosa… Hay muchas. El flamenco también como El Cigala, Wika, Camarón de la Isla, Paco de Lucía. Luego mexicanos, todos: “Juanga”, “Luismi”, José José, Amparo Ochoa, Toña la Negra, Natalia la Fourcade, Julieta Venegas… mucha gente.

-Firmó con Glassnote Records. Es la primera mexicana y también la primera artista latina que lo consigue. ¿Qué representa esto para usted?
-Ha sido muy bonito la verdad, es una gente que entiende muy bien lo que es respetar el trabajo artístico -aunque no entiendan mi música- y eso me gusta mucho. Fue una historia “locochona”, porque realmente no tenía pensando firmar con ninguna disquera, pensaba continuar independiente porque así ha sido y así me gusta, pero esta gente me contactó una vez que estábamos en Nueva York y le hablaron a mi manager para decirle que querían firmarme. Pasó el tiempo y el año pasado pudimos sentarnos a conversar y establecer una relación contractual. Estando ya en la mesa de la disquera me preguntaba: “¿Por qué me quieren firmar a mí? Entiendo que quieran firmar un artista latino dado que todo el mundo quiere ser latino ahora, pero ¿por qué yo?”. En eso, Daniel Glass dijo: “Desde hace tiempo queremos trabajar con un artista latino, pero no habíamos encontrado a alguien que nos hiciera sentir lo que tú nos haces sentir a pesar de que no entendemos tus letras porque no hablamos español; más allá del lenguaje, tu música nos conmueve, nos gusta, nos llena el corazón de cosas”.

-Esto para mí significa mucho porque obviamente es entrar en un mercado muy especial que es el estadounidense, donde creo que hace falta mucha cultura porque hay muchos latinos y muchos mexicanos. Creo que estando allá es muy importante sentir que hay una raíz, una salida de las fronteras que nos unifica a todos como latinos, y en ese sentido fue muy bonito comenzar esta relación laboral porque me ha permitido ver todos estos universos sociales donde mi música tiene relevancia y sentido, agrega Estrada.

-Y sobre su esperado primer álbum ¿Cómo vivió el proceso para crearlo?
-Este es un proyecto al que le he puesto mucho tiempo, mucho amor, muchos mimos. Marchita habla de un desamor que viví, y ha tenido un proceso lento a pesar de mí, porque lo habría sacado el mismo día que lo compuse, pero a pesar de eso, hay mucha gente talentosa que se ha acercado a trabajar en el disco y los considero como una fuerza gravitatoria que tengo alrededor, somos una familia grande que ha estado detrás de esta música que ahora estamos dando a conocer, es un parto que ha tardado mucho tiempo, pero estar sacando estas canciones se siente como la gloria. Es un disco muy conceptual que se apoya bastante en lo visual para contar su historia.
@LuRoj





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