Alejandra Conde Licón: “Los venezolanos somos personas con mucho coraje”
Miss Venezuela Mundo 2020 partió la semana pasada a Puerto Rico para participar en la septuagésima edición del Miss World, donde buscará, dice, que el certamen fije su atención en el país para así invitarlos a ayudarlo
Como toda joven nacida y criada en el interior del país que desea proyectarse en la industria de la belleza, Alejandra Conde Licón (Villa de Cura, 1997) tuvo que mudarse a Caracas. Cursaba estudios de Medicina en la Universidad Central de Venezuela cuando se le presentó la oportunidad de participar en el concurso Sambil Model. El triunfo en esta competencia permitió abrirse camino en el medio artístico. Dice que siempre se visualizaba sobre las pasarelas de moda, lejos de llevar una corona en su cabeza y perfilarse como una reina de belleza.
Un día antes de finalizar las postulaciones para la edición del Miss Venezuela de 2020, la joven aragüeña decidió enviar su inscripción. Confiesa que no tenía mayor interés en quedar seleccionada, pero una vez dentro del certamen comprendió que era su momento. En una edición atípica para la noche “Más linda”, afectada por la pandemia, logró titularse como la delegada de Venezuela para el certamen Miss World.
“Me mantuve estudiando y trabajando como modelo, pero nunca me planteé entrar al Miss Venezuela en un año en específico. Nunca fue así, porque siempre sentía que algo me faltaba. Lo fui postergando hasta que en diciembre de 2019, recuerdo que una vecina me dijo que por qué no me metía en el concurso en vista de que comenzaban las postulaciones. Me lo comencé a plantear, conversé con mi familia y así fue”, explica la ganadora del título de belleza.
Pocas semanas después de ser coronada se desbordaron varios ríos en diferentes zonas de su natal estado Aragua. “Estando en Caracas vi todo lo que pasaba allá y me afectó mucho, entonces decidí trabajar en Río Blanco y empecé a utilizar mis redes sociales para tratar de sumar esfuerzos y buscar apoyo”, comenta.
La iniciativa de apoyar a más de 150 niños y 20 adultos tomó forma y se convirtió en el proyecto social que la beldad criolla se llevó esta semana a Puerto Rico, país sede de la celebración de los setenta años del Miss World, concurso que apuesta a la “belleza con propósito”.
Un día antes de finalizar las postulaciones para la edición del Miss Venezuela de 2020, la joven aragüeña decidió enviar su inscripción. Confiesa que no tenía mayor interés en quedar seleccionada, pero una vez dentro del certamen comprendió que era su momento. En una edición atípica para la noche “Más linda”, afectada por la pandemia, logró titularse como la delegada de Venezuela para el certamen Miss World.
“Me mantuve estudiando y trabajando como modelo, pero nunca me planteé entrar al Miss Venezuela en un año en específico. Nunca fue así, porque siempre sentía que algo me faltaba. Lo fui postergando hasta que en diciembre de 2019, recuerdo que una vecina me dijo que por qué no me metía en el concurso en vista de que comenzaban las postulaciones. Me lo comencé a plantear, conversé con mi familia y así fue”, explica la ganadora del título de belleza.
Pocas semanas después de ser coronada se desbordaron varios ríos en diferentes zonas de su natal estado Aragua. “Estando en Caracas vi todo lo que pasaba allá y me afectó mucho, entonces decidí trabajar en Río Blanco y empecé a utilizar mis redes sociales para tratar de sumar esfuerzos y buscar apoyo”, comenta.
La iniciativa de apoyar a más de 150 niños y 20 adultos tomó forma y se convirtió en el proyecto social que la beldad criolla se llevó esta semana a Puerto Rico, país sede de la celebración de los setenta años del Miss World, concurso que apuesta a la “belleza con propósito”.
"Siento que mi papel de reina tiene un sentido porque me he enfocado en mi proyecto social”, afirma Alejandra Conde (ENMANUEL BÁEZ)
“Desde pequeña me he visto siempre frente a muchas situaciones distintas. Vengo de un pueblo como lo es Villa de Cura, un lugar donde todos estamos mezclados, sin tantas diferencias de clase. Mi familia también mi inculcó trabajar por otras personas. Estudié en un colegio de monjas donde hacíamos actividades en ancianatos. Todo eso afianzó mi vocación de ayudar”, dice la venezolana.
La joven pasó al menos un año dedicada por completo a su labor social. Durante el proceso cuenta que pudo ver cómo los niños afectados por las inundaciones transformaron sus necesidades en juego.
“Me erizo cada vez que hablo de eso porque cuando te involucras tanto con personas que han sufrido y uno ve esa resiliencia y el coraje que tienen para salir adelante, aprende mucho. Yo aprendí más de ellos que ellos de mí. Siento que mi papel de reina tiene un valor y un sentido porque me he enfocado en mi proyecto social”, expresa.
“Realmente en todo mi proceso como reina -prosigue-, Rio Blanco ha dado un sentido a mi corona y un verdadero propósito. Veía el Miss Venezuela como una plataforma que te llevaba a las pantallas, al éxito y la fama, pero en realidad se trata de una voz que debes alzar. No hay nada más bonito que ayudar. Para mí ha sido el gran aprendizaje de todo este proceso”.
“La belleza florece ante la adversidad”
Para la embajadora del tricolor nacional en la septuagésima edición del certamen Miss World, “la belleza florece ante la adversidad” y con esa premisa planea hacerle frente a la perspectiva que el mundo tiene acerca del contexto político y social del país.
“Los venezolanos somos personas con mucho coraje que nos unimos para salir adelante. Como bandera llevo precisamente la situación que vivieron los habitantes de Río Blanco. El venezolano sigue tan fuerte que a pesar de lo que ha sucedido durante años o las referencias que puedan tener afuera, seguimos apostando por un mejor país. Entonces resaltaría siempre la superación, jamás lo resaltaría como un país que está pasando por una situación difícil”, promete la reina.
Al mismo tiempo señala que también hay otros países que viven situaciones difíciles. “Mientras podamos sumar, hagámoslo. El Miss World es una organización que tiene más de cincuenta años ayudando y lo que yo busco es que miren a Venezuela para así invitarlos a ayudar al país. No nos vamos a anclar en lo malo, sino en lo positivo”, plantea.
“Desde pequeña me he visto siempre frente a muchas situaciones distintas. Vengo de un pueblo como lo es Villa de Cura, un lugar donde todos estamos mezclados, sin tantas diferencias de clase. Mi familia también mi inculcó trabajar por otras personas. Estudié en un colegio de monjas donde hacíamos actividades en ancianatos. Todo eso afianzó mi vocación de ayudar”, dice la venezolana.
La joven pasó al menos un año dedicada por completo a su labor social. Durante el proceso cuenta que pudo ver cómo los niños afectados por las inundaciones transformaron sus necesidades en juego.
“Me erizo cada vez que hablo de eso porque cuando te involucras tanto con personas que han sufrido y uno ve esa resiliencia y el coraje que tienen para salir adelante, aprende mucho. Yo aprendí más de ellos que ellos de mí. Siento que mi papel de reina tiene un valor y un sentido porque me he enfocado en mi proyecto social”, expresa.
“Realmente en todo mi proceso como reina -prosigue-, Rio Blanco ha dado un sentido a mi corona y un verdadero propósito. Veía el Miss Venezuela como una plataforma que te llevaba a las pantallas, al éxito y la fama, pero en realidad se trata de una voz que debes alzar. No hay nada más bonito que ayudar. Para mí ha sido el gran aprendizaje de todo este proceso”.
“La belleza florece ante la adversidad”
Para la embajadora del tricolor nacional en la septuagésima edición del certamen Miss World, “la belleza florece ante la adversidad” y con esa premisa planea hacerle frente a la perspectiva que el mundo tiene acerca del contexto político y social del país.
“Los venezolanos somos personas con mucho coraje que nos unimos para salir adelante. Como bandera llevo precisamente la situación que vivieron los habitantes de Río Blanco. El venezolano sigue tan fuerte que a pesar de lo que ha sucedido durante años o las referencias que puedan tener afuera, seguimos apostando por un mejor país. Entonces resaltaría siempre la superación, jamás lo resaltaría como un país que está pasando por una situación difícil”, promete la reina.
Al mismo tiempo señala que también hay otros países que viven situaciones difíciles. “Mientras podamos sumar, hagámoslo. El Miss World es una organización que tiene más de cincuenta años ayudando y lo que yo busco es que miren a Venezuela para así invitarlos a ayudar al país. No nos vamos a anclar en lo malo, sino en lo positivo”, plantea.
A través de un grupo de WhatsApp, la venezolana ha entablado una amistad con Miss Puerto Rico (ENMANUEL BÁEZ)
Alejandra asegura no sentirse presionada. Su paisana Ivian Sarcos ostentó el título mundial hace más de una década en Londres y desde entonces la corona no ha vuelto a casa. “Si la vida me puso en este concurso es porque vieron las cualidades en mí para poder representar al país en un certamen tan prestigioso y complicado. Mi prioridad es trabajar y soy de las personas que confían al cien por ciento en los planes de Dios. Estoy segura de que cualquier cosa que pase no me va a afectar. Siempre espero lo mejor, pero lo mejor ya está sucediendo, pues mi concurso comenzó hace un año y a su vez lo hicieron todas las oportunidades. Entonces ya eso para mí es ganar”, explica la modelo.
“Siempre les digo a las personas que se preguntan por qué Venezuela no ha ganado de nuevo en el Miss World, que lo que ha sucedido es que otras mujeres han tenido oportunidades. Este año son más de cien concursantes, entonces tengo que trabajar por tener algo que ellos digan ‘es ella’”, agrega.
De un estudio de tv al Coliseo de Puerto Rico
La Miss Venezuela Mundo 2020 fue coronada en una edición atípica del Miss Venezuela. La pandemia impidió la convivencia con el resto de sus compañeras. No hubo interacción entre ellas porque la gala del certamen transcurrió con grabaciones previas, sin público en vivo. Sin embargo, asegura no sentirse intimidada ahora que tendrá que pararse ante más de dos mil personas en el Coliseo de Puerto Rico.
“No puede ser mejor este momento. Yo me imagino en el escenario. No hay nada más sabroso que esa adrenalina. Desde niña me ha gustado estar en un espectáculo, sobre un escenario. Bailo y hasta he sido coreógrafa, entonces de ninguna manera eso me intimida. Al contrario, me da más energía. Trabajo mucho con la visualización y saber que será en el Coliseo que permite un gran aforo, me dan más ganas de salir corriendo, pero de la felicidad”, dice.
“Tengo un as bajo la manga. Muchos ni se lo esperan, pero soy una persona que cuando hace las cosas le gusta hacerlas perfectas, que yo sienta que estoy dejando el alma y el corazón. Son tantos retos los que se viven para analizar y ver lo que quiero proyectar y así armar algo que nos represente a todos como venezolanos y me saque de mi zona de confort”, asoma.
Antes de llegar a la competencia, la represente de Venezuela tenía interacción con sus compañeras de otros países del mundo a través de un “grupito de WhatsApp”. Confiesa que logró establecer una relación amistosa más cercana con la anfitriona del evento, Miss Puerto Rico, quien resultó ser su compañera de habitación.
“Estoy loca por saber quién será el cantante invitado, pero si es Puerto Rico la sede, debe ser un puertorriqueño y allí tienen la cuna de la música latina. Se van a impresionar un poco, sobre todo con la prueba de talento”, advierte la joven criolla quien se reserva los detalles relacionados con su traje típico y su participación en la prueba de talentos.
El próximo 16 de diciembre, desde el Coliseo José Miguel Agrelot, de Puerto Rico, Alejandra Conde Licón intentará repetir la hazaña que en su momento lograron sus paisanas Susana Duijm (1955), Pilín León (1981), Astrid Carolina Herrera (1984), Ninibeth Leal (1991), Jacqueline Aguilera (1995) e Ivian Sarcos (2011).
@EduardoMuriaM
Alejandra asegura no sentirse presionada. Su paisana Ivian Sarcos ostentó el título mundial hace más de una década en Londres y desde entonces la corona no ha vuelto a casa. “Si la vida me puso en este concurso es porque vieron las cualidades en mí para poder representar al país en un certamen tan prestigioso y complicado. Mi prioridad es trabajar y soy de las personas que confían al cien por ciento en los planes de Dios. Estoy segura de que cualquier cosa que pase no me va a afectar. Siempre espero lo mejor, pero lo mejor ya está sucediendo, pues mi concurso comenzó hace un año y a su vez lo hicieron todas las oportunidades. Entonces ya eso para mí es ganar”, explica la modelo.
“Siempre les digo a las personas que se preguntan por qué Venezuela no ha ganado de nuevo en el Miss World, que lo que ha sucedido es que otras mujeres han tenido oportunidades. Este año son más de cien concursantes, entonces tengo que trabajar por tener algo que ellos digan ‘es ella’”, agrega.
De un estudio de tv al Coliseo de Puerto Rico
La Miss Venezuela Mundo 2020 fue coronada en una edición atípica del Miss Venezuela. La pandemia impidió la convivencia con el resto de sus compañeras. No hubo interacción entre ellas porque la gala del certamen transcurrió con grabaciones previas, sin público en vivo. Sin embargo, asegura no sentirse intimidada ahora que tendrá que pararse ante más de dos mil personas en el Coliseo de Puerto Rico.
“No puede ser mejor este momento. Yo me imagino en el escenario. No hay nada más sabroso que esa adrenalina. Desde niña me ha gustado estar en un espectáculo, sobre un escenario. Bailo y hasta he sido coreógrafa, entonces de ninguna manera eso me intimida. Al contrario, me da más energía. Trabajo mucho con la visualización y saber que será en el Coliseo que permite un gran aforo, me dan más ganas de salir corriendo, pero de la felicidad”, dice.
“Tengo un as bajo la manga. Muchos ni se lo esperan, pero soy una persona que cuando hace las cosas le gusta hacerlas perfectas, que yo sienta que estoy dejando el alma y el corazón. Son tantos retos los que se viven para analizar y ver lo que quiero proyectar y así armar algo que nos represente a todos como venezolanos y me saque de mi zona de confort”, asoma.
Antes de llegar a la competencia, la represente de Venezuela tenía interacción con sus compañeras de otros países del mundo a través de un “grupito de WhatsApp”. Confiesa que logró establecer una relación amistosa más cercana con la anfitriona del evento, Miss Puerto Rico, quien resultó ser su compañera de habitación.
“Estoy loca por saber quién será el cantante invitado, pero si es Puerto Rico la sede, debe ser un puertorriqueño y allí tienen la cuna de la música latina. Se van a impresionar un poco, sobre todo con la prueba de talento”, advierte la joven criolla quien se reserva los detalles relacionados con su traje típico y su participación en la prueba de talentos.
El próximo 16 de diciembre, desde el Coliseo José Miguel Agrelot, de Puerto Rico, Alejandra Conde Licón intentará repetir la hazaña que en su momento lograron sus paisanas Susana Duijm (1955), Pilín León (1981), Astrid Carolina Herrera (1984), Ninibeth Leal (1991), Jacqueline Aguilera (1995) e Ivian Sarcos (2011).
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