El Festival de Cine Fantástico de Cataluña se sobrepuso por segundo año seguido al Covid-19. La islandesa Lamb –ópera prima de Valdimar Jóhansson– se llevó el premio a la Mejor Película de un certamen que flexibilizó sus medidas de seguridad entre los espectadores: el uso de gel no era obligatorio al entrar a las salas ni tampoco respetar la distancia entre asientos.

La edición 54 de Sitges contó con algunos estrenos de cartel internacional. Nombres como los de Ana Lily Aminpour, Julia Ducournau, Álex de la Iglesia y Zhang Yimou, habituales en festivales de cine Clase A, se vieron en las pantallas del evento. El palmarés también dejó galardones a Noomi Rapace –la Lisbeth Salander de la saga Millenium– y a Susanne Jansen, quienes compartieron el premio a la Mejor Actriz.

Sitges es un evento que durante 11 días reúne lo mejor del cine fantástico y terror del año. La programación, que este año tuvo como tema central la figura del hombre lobo, agrupa una diversidad de géneros: dramas, comedias, animaciones, documentales, e incluso thrillers realistas de corte social tienen cabida en las cuatro salas de proyección.

El australiano Justin Kurzel –realizador de Macbeth (2015)– triunfó como Mejor Director por Nitram, el retrato de un psicópata que en 1996 asesinó a 36 personas en Tasmania. El largometraje, un alegato a favor del control de armas, se limita a mostrar la vida del protagonista sin hacer explícita la masacre. Su protagonista, Caleb Landry Jones, obtuvo el reconocimiento al Mejor Actor, exaequo con Franz Rogowski.

Ari Folman fue otro de los nombres destacados en el festival. Con ¿Dónde está Ana Frank?, el cineasta israelí actualiza una historia ya conocida para acercarla a las nuevas generaciones. Pedagógica y a ratos emotiva, en la animación se muestra a Kitty, la amiga imaginaria de Ana, en un Ámsterdam contemporáneo.