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Adriani visionario

A los 33 años, Adriani predijo que la apreciación del bolívar (o el abaratamiento del dólar americano), originado por el súbito ingreso de divisas petroleras, causaría una contracción de las actividades de bienes transables...

  • LUIS XAVIER GRISANTI

25/06/2021 05:03 am

El 14 de junio se cumplieron 123 años del natalicio de Alberto Adriani (1898-1936). Hijo de inmigrantes italianos de la isla de Elba, su precoz inteligencia fue detectada por sus maestros Román Duque y Tulio Febres-Cordero. Estudió Derecho en Caracas entre 1917 y 1921. Nombrado cónsul en Ginebra, se graduó en Economía en la universidad epónima.

Adriani integró la Delegación de Venezuela en la Sociedad de las Naciones. En Londres escribió el ensayo: Los Estados Unidos de Europa (1925), donde prefiguró la creación de la Unión Europea. Su antiguo jefe en el Ministerio de Relaciones Exteriores, el excanciller Esteban Gil Borges, subsecretario de la Unión Panamericana en Washington, le nombró jefe de la unidad de agricultura (1926).
 
Regresó a su natal Zea luego del Crack de la Bolsa de Nueva York (1929), el cual desató la Gran Depresión de los años 30. Mientras acompañaba a su padre en las labores de agricultor del café y de ganadero, escribió artículos y ensayos que son hoy clásicos de la literatura económica de Venezuela. Dos de ellos, La crisis, el cambio y nosotros (1931) y El dilema de nuestra moneda y la situación económica venezolana (1934), confirman su condición de visionario y agudo analista económico.

A los 33 años, Adriani predijo que la apreciación del bolívar (o el abaratamiento del dólar americano), originado por el súbito ingreso de divisas petroleras, causaría una contracción de las actividades de bienes transables (agricultura, agroindustria e industria manufactura) y una bonanza de las de bienes no transables (mercancías y servicios importados, gasto público e inmuebles, etc.); todo lo cual dañaría la producción local, desalentaría las exportaciones y haría que la economía dependiera sólo de la renta petrolera, impidiendo el desarrollo económico diversificado del país.
 
Esta dolencia – la sobrevaluación de la moneda y la preferencia a importar en detrimento de la producción nacional (Enfermedad Holandesa) – ha sido padecida por Venezuela por casi 100 años; pero con especial profundidad por las bonanzas petroleras de los años 70 y 2003-2014. Y seguimos sin curarnos de ella por la arraigada mentalidad rentística de la sociedad venezolana.
 
@lxgrisanti
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