“El que nunca ha albergado esperanzas no se sume en la desesperación. El hombre-dios de los antiguos le responde desde su lúgubre colina: «¿Ha existido alguna vez pena como mi pena?». El hombre fuerte no es aquel que siente menos que los demás hombres; es un hombre tan fuerte que siente más. Y cuando Nietzsche dice: «Te doy un nuevo mandamiento: sé duro», lo que está diciendo en realidad es: «Te doy un nuevo mandamiento: sé muerto». La sensibilidad es la definición de la vida. (G.K. Chesterton, Herejes)

Mucho se habla y se escribe a favor y en contra de la negociación. En mi sucinto análisis veo racionalidad en los promotores y vehemencia en los detractores. Un tema que no resulta fácil de juzgar, desde una única perspectiva. De cualquier forma, no creo que se pueda desestimar la intención y la razón de los que se atreven a participar. Desde una posición vital parece que los que no participan, están esperando que el trabajo lo hagan otros. Unos que no sabemos si existen.

Sería ingenuo no reconocer que nos encontramos ante una situación, que requiere cierto grado de heroísmo. Cabría preguntarnos ¿cómo se representa el heroísmo en nuestro imaginario colectivo? Lamentablemente, el heroísmo en nuestra historia oficial está ligado a lo militar. Es poco conocido y respetado el héroe civil. El héroe parece que debe cazar dragones y dominar ejércitos. Una visión que se aparta de la realidad del heroísmo de lo ordinario. De lo constante, de lo corriente. Del que trabaja en lo que sabe y da lo que tiene.

¿Es la permanente ofensiva, la más clara demostración de fortaleza? O más bien ¿puede significar una demostración de temor no superado frente al agresor? Sin dudarlo, el miedo ha sido el arma más efectiva de apaciguamiento. El temor a sufrir violencia física o moral, es la principal estrategia del autoritario. No parece que el totalitario pueda asumir su papel sin más. Hace falta que se den unas condiciones, que sólo se presentan por momentos. No existe otra contraofensiva para enfrentar la violencia que la razón y el sentido de oportunidad. La constancia para mantenerse en todos los espacios y avanzar, en todos los frentes es una tarea titánica. Pero necesaria.

Quienes critican sin más la posición de los que desean dialogar, negociar y participar, demuestran al menos falta de tolerancia. Los que no son capaces de vislumbrar la naturaleza del enemigo, simplemente no deben permanecer en batalla. La lucha no se libra en las redes sociales, tampoco en los espacios del zoom, ni en los foros multilaterales. La lucha que suma está en la calle, en los espacios públicos, en las plazas y avenidas. Cualquier oportunidad de estar presentes en la avanzada debe aprovecharse. Si no luchamos en todos los frentes, sin abandonar espacios, no nos será permitido creer. Si no podemos volver a tener fe, es difícil que podamos renacer.

“El enemigo no se molesta mucho en deshacer la caravana. Es cierto que ésta no necesita del enemigo para deshacerse, que la máquina se deshace espontáneamente. La máquina está concebida para una sociedad pacífica, tranquila, que dispone de todo su tiempo. Cuando el hombre ya no está para componerla, regularla, pintarla, la máquina envejece a un ritmo vertiginoso". (Piloto de Guerra, Antoine de Saint-Exupéry)

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