Una vez que se ha perdido la oportunidad de una unidad superior que ofrecía el pasado 20 de mayo ¿qué podemos esperar los venezolanos? ¿Qué podemos pedir? Es obvio que lo que podamos pedir se refiere a aquellos que están dispuestos a escuchar. A los que tercamente se han negado a escuchar no se les puede pedir, simplemente no son compatriotas y si lo son han decidido una traición continuada. El llamado no puede ser otro que a la unidad cierta y eficaz entre todos los que seguimos luchando por el país que nos han robado.
Con la rabia cansada de andar. Cuantos compatriotas emigran y cruzan nuestras fronteras con el dolor de haber sido despojados de lo más indispensable para la sobrevivencia. Despojados por los corruptos y poderosos que han secuestrado el Estado. Cuánto dolor y rabia contenida es posible superar y reanimar. No lo sabemos, pero solo queda el intentarlo todas las veces que sea necesario.
¿Cómo hacer para olvidar?
Me han pedido que olvide todo, en fin… ¿Cómo hacer para olvidar tanto odio, tanta injusticia? El fraude que han perpetrado los sembradores del resentimiento, no es fácil de superar. El resentimiento ha calado fuerte en nosotros, pero no podemos dejar de reconocerlo como invasor.
Hay que insistir una y otra vez en que los hijos de esta tierra, somos hijos de la libertad y del honor de un país que no puede estar sometido a ningún poder externo. Por muy disfrazado y mezclado que se presente.
Una vida y volver a empezar, no te pido un patria fugaz… No parece mucho pedir que los habitantes de esta nación llamada Venezuela, podamos tener una vida en nuestro suelo, en nuestra tierra. No necesitamos seguir adheridos a un isla en medio del mar. Aunque en este momento no nos quede más que volver a empezar. Este comienzo no debe ser para una patria fugaz. A partir de este momento y en adelante solo podemos trabajar en la Venezuela definitiva. Canta fuerte, hermano.
jagamez@icloud.com
@vidavibra
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones