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Tenemos historia

El desconocimiento de la historia puede llevarnos a pensar que la venezolanidad se encuentra en un estudio de grabación de Miami. Tal vez en una plaza de Madrid o quizá en un mercado de Barcelona. Mucho peor en un colmado de La Habana...

  • JOSÉ ANTONIO GÁMEZ E.

12/05/2021 05:02 am

“Lo que venía –y a menudo suele encontrarse por los caminos del Yuruari– era una res destinada al consumo de algún caserío vecino, atada a la cola de un burrito por un cabo de soga que le traspasaba la nariz perforada y sangrante y con la cabeza enfundada, salvo los cuernos, en un trozo de coleta. La conducía un hombre a pie, aunque en realidad el conductor era el burrito que, adiestrado para este oficio, trotaba por delante de ella zigzagueando, para quitarle con el aturdimiento del rumbo incierto toda gana de cornearlo que pudiese traer. Y Manuel Ladera explicó por qué había dicho que no había que hablar más: —Ahí tiene la historia de Venezuela: un toro bravo, tapaojeado y nariceado, conducido al matadero por un burrito bellaco. (Rómulo Gallegos. Canaima)

Solo la genialidad y el arte de Rómulo Gallegos podría resumir nuestra historia de manera magistral y en tan pocas líneas. Una descripción histórica que además se muestra profética, dado los tiempos que vivimos. Lo que nunca imaginábamos, y seguramente el mismo Gallegos sospechó, es que ese toro fuerte y vengador sería conducido y sacrificado por un portador y un jumento importados. Sin embargo, el presente relatado en ese pasaje no puede hacernos olvidar, que nuestra historia reciente es mucho más que eso. Nuestra historia no comenzó hace 200 años.

La frase tenemos historia puede surgir de un seriado de televisión, o de una campaña promocional de las Grandes Ligas. Pero no deja de tener especial relevancia, en los momentos que vivimos en Venezuela. El deseo de los promotores del odio de cambiar nuestra historia para fijar su comienzo hace poco más de doscientos años, no deja de ser un despropósito. Una jugada que no tiene nada de ingenua ni de casual. Responde a la estrategia del Gran Relato. De la mentira oficial que debe imponerse, cancelando así la libertad de pensamiento.

La eliminación de cualquier tipo de disidencia, pasa por la dominación violenta de todas las formas de expresión libre y creativa. Es sabido que la fuente de cualquier línea de pensamiento válida, surge siempre de la historia y la literatura. Historia y tradición son dos claves indispensables, para cualquier viso de originalidad. Si desconocemos la historia y nos situamos al margen de la tradición, no alcanzamos sino a repetir errores y estereotipos. Algo muy usado y continuo dentro de la cultura dominante.

El desconocimiento de la historia puede llevarnos a pensar que la venezolanidad se encuentra en un estudio de grabación de Miami. Tal vez en una plaza de Madrid o quizá en un mercado de Barcelona. Mucho peor en un colmado de La Habana. Y no hay duda de que allí donde se encuentra cualquier venezolano, de alguna forma está presente toda nuestra realidad pasada y actual. Pero afortunadamente seguimos siendo más que eso. No somos tan solo un pueblo de inmigrantes. Todavía queda mucho que exportar. Mucho más que petróleo y oro. Porque tenemos historia.

jagamez@icloud.com
 
@vidavibra
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