Crisis climática y coronavirus
Aunque los virólogos estiman que el murciélago sea, quizá, la fuente de transmisión, para estar totalmente seguros debería hallarse un virus idéntico en un ejemplar, aunque no mueran por este microorganismo
Razones muy bien fundamentadas existen ya para aseverar que “más de unos 30 virus congelados podrían liberare por el calentamiento global y/o crisis climática”, según científicos de la Aix Marseille Universitè, quienes hallaron, durante el año dos mil, un microorganismo al que denominaron “Phitovirus Sibericum”o “virus gigante”, del tamaño de una bacteria pequeña (1,5 micras de largo), el cual hallaron en la península de Kamchatka, extremo noreste de Rusia, a unos 30 m de hondura en las capas heladas de la tundra siberiana, conocidas como “permafrost”, anaeróbicos y afóticos. Tras mantenerlo cerca de un decenio bien conservado, lo revivieron en amebas, analizaron su desarrollo; y, a unas 12 horas de su reactivación, el virus invadió a la ameba y centuplicó, cíclicamente. La ameba murió por rotura (ciclo lítico), de donde surge una nueva generación vírica.
En efecto, los científicos han detectado a unos 33 grupos de virus antiguos en los núcleos de hielos de un glaciar tibetano de unos 15 mil años de antigüedad, de los cuales unos 28 la ciencia actual desconoce, según Indican. Además, que por el calentamiento global y/o crisis climática muchos virus letales podrían reactivarse.
Los virus fueron hallados en un núcleo de hielo en el Tibet, China en donde investigadores de la Universidad Estatal de Ohio y del Laboratorio Nacional de Lawrence Berkeley realizaron, además, pruebas sobre los núcleos de hielos para identificar a los microorganismos que podrían permanecer latentes en ellos.
Tentativamente, los científicos concluyen en que a medida que el planeta se caliente y derritan los glaciares se reactiven, posiblemente, virus letales.
De cualquier modo, ya hay indicios sobre el origen del coronavirus y se continúa en búsqueda de las medidas preventivas desde el hallazgo de dicha enfermedad en Wuhan y sus víctimas fatales, debido a su propagación, así como la búsqueda de una vacuna preventiva a objeto de erradicarla, en función de los recursos y voluntad política del los gobiernos respectivos.
Y, aunque los virólogos estiman que el murciélago sea, quizá, la fuente de transmisión, para estar totalmente seguros debería hallarse un virus idéntico en un ejemplar, aunque no mueran por este microorganismo.
Isaimar@gmail.com
En efecto, los científicos han detectado a unos 33 grupos de virus antiguos en los núcleos de hielos de un glaciar tibetano de unos 15 mil años de antigüedad, de los cuales unos 28 la ciencia actual desconoce, según Indican. Además, que por el calentamiento global y/o crisis climática muchos virus letales podrían reactivarse.
Los virus fueron hallados en un núcleo de hielo en el Tibet, China en donde investigadores de la Universidad Estatal de Ohio y del Laboratorio Nacional de Lawrence Berkeley realizaron, además, pruebas sobre los núcleos de hielos para identificar a los microorganismos que podrían permanecer latentes en ellos.
Tentativamente, los científicos concluyen en que a medida que el planeta se caliente y derritan los glaciares se reactiven, posiblemente, virus letales.
De cualquier modo, ya hay indicios sobre el origen del coronavirus y se continúa en búsqueda de las medidas preventivas desde el hallazgo de dicha enfermedad en Wuhan y sus víctimas fatales, debido a su propagación, así como la búsqueda de una vacuna preventiva a objeto de erradicarla, en función de los recursos y voluntad política del los gobiernos respectivos.
Y, aunque los virólogos estiman que el murciélago sea, quizá, la fuente de transmisión, para estar totalmente seguros debería hallarse un virus idéntico en un ejemplar, aunque no mueran por este microorganismo.
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