Espacio publicitario

¿Por qué santo?

No es sólo “médico de los pobres” (todos los enfermos son pobres); hay que añadir que fue un “cristiano ejemplar”, de “a pié”, de la calle, del templo, de la cátedra, de la música y el canto, del estudio y de la atención profesional de enfermos...

  • FERNANDO CASTRO AGUAYO

07/05/2021 05:03 am

Conocer a José Gregorio fue para mí una aventura fascinante. Médico, servidor, docente, investigador, estudioso, amante de la música y del baile, y todo esto hecho realidad en un cristiano, creyente ejemplar: un venezolano como tantos, nacido en un pueblito andino, que estudia en la escuelita rural, que va a Caracas a estudiar y termina graduándose con honores como médico.

Vivió en una Venezuela muy pobre y carente de instrucción educativa. Supo aprovechar sus talentos. Al graduarse tuvo un camino abierto en la capital que cambió por volver a su terruño para tratar de aplicar la ciencia médica y así desterrar la medicina mágica que cobraba tantas vidas inútilmente. Recomendado por las autoridades de la Universidad va a Francia y se especializa y trae a Venezuela la ciencia y la instrumentación necesarias para la investigación; se dedica al ejercicio profesional, a la ciencia y a la enseñanza universitaria.

Un hombre con un corazón lleno de afán de servicio sin distinción de personas. Al morir el pueblo de Caracas a una sola voz grita: “José Gregorio es nuestro”; reconocen a gritos su santidad. Así, hombres no creyentes conmovidos al paso de su cadáver dicen: “ante él todos teníamos el deseo de ser mejores”.

¿Basta todo lo dicho para que sea santo? No. Para la santidad hay un elemento integrador que es la unión con Dios, la oración, y el amor a la santa Eucaristía. La unidad de vida la da la primacía de Dios, nuestro creador y Padre; el amor a Jesucristo, a su palabra y a los sacramentos. Un alma atenta y dócil al Espíritu Santo que busca la gloria de Dios e inclina a respetar y dignificar a los hombres. O sea, no es sólo “médico de los pobres” (todos los enfermos son pobres); hay que añadir que fue un “cristiano ejemplar”, de “a pié”, de la calle, del templo, de la cátedra, de la música y el canto, del estudio y de la atención profesional de enfermos, caritativo y muy justo.

¿Por qué santo? Porque fue un hombre de Dios. Gloria de Venezuela y gloria para todos los hombres creyentes y de buena voluntad.


fcastroa@gmail.com
Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones
-

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Espacio publicitario

DESDE TWITTER

EDICIÓN DEL DÍA

Espacio publicitario

Espacio publicitario