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La suerte está echada… ¿de cuál lado?

DANIEL ASUAJE. Todos sabemos que esta semana es una de las más difíciles de nuestra historia republicana pero ignoramos si el 20 de mayo se resolverá o profundizará la crisis. Lo que puede pasar depende de muchas variables.

  • DANIEL ASUAJE

16/05/2018 05:00 am

Todos sabemos que esta semana es una de las más difíciles de nuestra historia republicana pero ignoramos si el 20 de mayo se resolverá o profundizará la crisis. Lo que puede pasar depende de muchas variables. Con nuestro equipo hemos escasamente tenido tiempo para modelar algunas posibilidades de esta situación tan compleja, espesa y opaca. Todos los factores cuentan: el nivel de participación, la cobertura con testigos, el caudal de votos totalizados, la presión política y diplomática internacional, la precariedad de la crisis humanitaria, los embargos y demandas por impago de deudas, el cerco diplomático internacional. También todos los actores influyen: los partidos políticos, la opinión pública nacional e internacional, las FANB, las ONG, los colectivos, la comunidad organizada, los ciudadanos atomizados, los gobiernos extranjeros, los cobradores de deuda, la gente que se va, los que se quedan, los cortes de luz y hasta las lluvias. Las combinaciones posibles son muchas y las hay para todos los gustos y estados anímicos. Todas con probabilidades cambiantes a medida que transcurran los días. El 20 de mayo será bueno para nervios de acero y para quienes gusten del suspenso extremo, hasta que la Sra. Lucena anuncie los resultados. Si llegamos a ese momento no habrá lexotanil hasta esa fecha que valga y menos hasta esa hora.

Las condiciones iniciales para pronosticar, vale decir las de este momento en el cual escribo, son de fragmentación del gobierno, de la oposición, de las FFAA, de la economía y del electorado. Según la inmensa mayoría de las encuestadoras, se registra una propensión a votar por encima del 60 por ciento y al parecer con tendencia a crecer, especialmente de quienes se deciden con toda seguridad a votar. Falcón es el favorito con más de diez puntos, en promedio de ventaja sobre Maduro. Chance tiene de ser el más votado, pero no sabemos si todos sus afectos vayan a votar y si les registren sus votos tal como los emitan. Pero mientras menos abstención haya su chance es mayor, así lo revelan nuestros estudios de resultados electorales.

En condiciones de incertidumbre todo juego es lotería. La ruta de eventos luce impredecible en sus detalles, más no es su significación. Si nos enfocamos solo en los resultados electorales tenemos que sean cuáles sean los resultados Maduro saldrá más debilitado. Si gana Falcón falta saber si lo reconocen aquí y afuera y cuánta oposición tendrá de la MUD y del PSUV y cuánto apoyo militar y ciudadano. Baste señalar que si Falcón se juramenta está por verse cómo gobierna con una AN que no controla y con un TSJ que tampoco le adversa. ¿La MUD seguirá existiendo? Pero el continuismo madurista sólo asegura prolongar su propia agonía y el drama nacional. La mecha aquí es más corta.     

Bajo este contexto es muy difícil vaticinar qué pueda pasar pues, entre otras cosas, nadie parece tener la carta ganadora, pero varios jugadores sí que tienen piedras de tranca para desbaratar el juego que los perjudique. Buena parte de lo que pase dependerá de la habilidad política de los jugadores y del tino y oportunidad con el cual muevan sus cartas. Cisne negro aparte, hay algunos ejes plausibles:

a)   La suerte principalmente depende de los resultados electorales

b)   Depende más de los acuerdos políticos que de los resultados electorales

c)    Depende fuertemente de lo que hagan los contrarios a los acuerdos políticos, sean cualquiera que sean los acuerdos entre los actores políticos en torno a la transición o continuación y los resultados electorales. 

d)   Cualquier combinación de las anteriores según sus temores, antipatías o simpatías. 

Si la suerte inmediata de Venezuela se sella con los resultados electorales entonces es crucial la coincidencia o no de los resultados electorales con lo que la mayoría perciba que fue su voluntad y si son reconocidos o no por Maduro, Falcón o las FANB (obviamos que los cuatro las desconozcan simultáneamente, pero sí consideramos que al menos dos de ellos coincidan en una misma postura al mismo tiempo. Imagine las posibilidades con dos parejas enfrentadas). El resultado final puede ser: a) transición “pacífica” o violenta, según sea p.ej. que Maduro y las FFAA acepten a Falcón como ganador o b) continuismo “pacífico” o violento, según sea que los ciudadanos y los actores políticos acepten los resultados y/o no se activen en las calles.

Si la suerte depende de los actores “tranca juego” entonces lo que cuenta es lograr un acuerdo que ellos acepten o que por la correlación de fuerzas no puedan trancar, sean cuales sean los resultados electorales o sea que Maduro se quede o salga.

Estos son apenas posibilidades. Es la hora de los astrólogos y adivinos. Las proyecciones se parecen más a los pronósticos meteorológicos que a los balances de un contador. Inducen a pensar que cualquier cosa puede pasar, incluso hasta que las cosas salgan bien. Recuerdan mucho a lo que una vez dijera A. Quirós Corradi ni lo uno ni lo otro, pero tampoco todo lo contrario.

dh.asuaje@gmail.com                                          

@signosysenales

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