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El legado de Uslar y Betancourt

ORLANDO VIERA-BLANCO. Queremos ilustrar el carácter e intelecto que debe intitular quien pretenda la difícil pero realizable empresa de rescatar la democracia en Venezuela. Debe estudiar quién fue, qué y cómo lo hizo el “Napoleón de Guatire”, Rómulo Betancourt (El-Morrocoy Azul/1945), a la par de repasar el pensamiento del hombre nacido de Rumualda a Manduca, Don Arturo Uslar Pietri.

  • ORLANDO VIERA-BLANCO

15/05/2018 05:00 am

Don Rómulo Betancourt fue un estadista visionario. Genuino conocedor de la realidad política venezolana y continental que supo deslizarse por las rendijas de la historia, entre caudillos y dictadores para ser el actor político más importante de nuestra era republicana. Arturo Uslar Pietri por su parte dejó de lado la política para convertirse en un sabio liberal. Del exilio [golpe a Medina] a profesor de Columbia University. Su lealtad con la literatura y ancestros caucásicos (germano), le impidieron ceder a las exigencias de una transición tórrida de taitas a marxistas, socialistas y demócratas. Mucha conjura y emulsión leninista-militar donde Uslar, era un aliens…

Queremos ilustrar el carácter e intelecto que debe intitular quien pretenda la difícil pero realizable empresa de rescatar la democracia en Venezuela. Debe estudiar quién fue, qué y cómo lo hizo el “Napoleón de Guatire”, Rómulo Betancourt (El-Morrocoy Azul/1945), a la par de repasar el pensamiento del hombre nacido de Rumualda a Manduca, Don Arturo Uslar Pietri. Personalidades donde duermen todas las respuestas a cómo salir de nuestra anudada tragedia.

Rómulo fue un hombre sagaz-autoritario por necesidad -al modo de Páez, Guzmán Blanco o Gómez. No por casualidad Herrera Luque lo coronó como uno de los cuatro ases de la baraja. Esa regia persuasión-seductora, no la ganó siendo bibliotecario. A los 20 años luchó contra Gómez y a su caída fue expulsado por López Contreras, quien decretó la Ley de Orden Público que prohibió el recién creado Partido Democrático Nacional (PDN/1936). Va a Costa Rica y regresa para fundar AD (1941), derrocar a Medina (primer soldado de la democracia) y asumir la Junta de Gobierno de 1945 con Pérez Jiménez y Chalbaud de cada lado. En 1948 apoya a Rómulo Gallegos, primer presidente electo por sufragio universal y directo (80%). Tras el derrocamiento de Gallegos, cabalga [Betancourt] entre Cuba, EEUU, Colombia y Chile, para volver y hacerse del poder en 1959 (elecciones libres), después del golpe a Pérez Jiménez (23/1/58). Comenzaba el gobierno más complejo de la historia contemporánea de Venezuela.

Betancourt derrotó la izquierda radical parida por Fidel Castro, en quien jamás confió. Gobernó de 1959 a 1964 bajo pacto de unidad con Copei, URD, la Iglesia, gremios y sindicatos (Pacto de Punto Fijo). Construyó más de 4000 Kms de viabilidad, saneó la deuda dejada por Pérez Jiménez, creó más de 3000 escuelas, 300 liceos y universidades (Plan Educación Plena de Prieto Figueroa). La matrícula escolar pasó de 850 mil alumnos (en 1958) a 1.6 millones en 1963. Más del 90 % de la población estudiantil asistía a clases. Terminó el puente Gral. Rafael Urdaneta o sobre el lago; el puente colgante sobre el Orinoco o de Angostura, el Parque del Este; el Teleférico de Mérida, la represa del Guri y el Hipódromo la Rinconada. La economía creció un 6.9 %, ajustó salarios un 10% para detener el déficit fiscal; promulgó la Ley del BCV, lideró la creación de la OPEP (Juan Pablo Pérez Alfonzo); más la CVG (Leopoldo Sucre) y la CVP. Después de un gobierno exitoso, probo, de autoridad y consenso, marcha del poder sin retorno. Nobleza paga.

Arturo Uslar Pietri marcó distancia con las ideologías socialdemócratas, marxistas y socialcristianas en Venezuela. Fue un hombre por y para la educación. De visión corporativa, liberal e industriosa. Un crítico incansable del clientelismo petro-benefactor. La historia le dio la razón… Sus posturas principistas ante el gendarme le restaron pegada política, por lo que su reposo fueron sus libros y escrituras… El rescate país pasa por adoptar esos ideales liberales y seculares. Crear una sociedad educada y emprendedora desde la cual “el minotauro” devorador oro negro, no sea más que un invitado esposado. Uslar fue profético: ¿Hasta cuándo podrá durar este festín? El día que disminuya o decaiga [auge petrolero] habrá sonado para Venezuela el momento de una de las más pavorosas catástrofes económicas y sociales” Y el vaticinio se hizo realidad... y muerte.

Betancourt armó un gabinete de coalición de intelectuales y connotados profesionales como Mariano Picón Salas, Rafael Pizani, Juan Pablo Pérez Alfonzo, Luis B. Prieto Figueroa, Arnoldo Gabaldón, Ramón J. Velásquez, CAP, Octavio Lepage, Mayorbe, Raúl Leoni, Leopoldo Sucre, entre otros. Eso fue Betancourt. Hombre elástico. De pensamiento abierto y sibilino. ¿Qué personalidad podía tener este líder para ir de su Alianza Revolucionaria de Izquierdas (ARDI/ Barranquilla/1931), a ORVE (1936), PND y finalmente fundar AD (1941)? Del marxismo-leninismo al socialismo de corazón liberal y a la democracia. De izquierda a derecha; de lo militar a lo secular, de lo autoritario a la justicia y paz social. Un talante aglutinador infatigable. ¿Existen hombres como ellos? Están a la vista. Pero no los queremos ver en medio de intemperancias.

En el mitin inaugural de AD (Nuevo Circo/1941), Betancourt sentenció: “¿Es que somos colectivamente una nación de dementes o de serviles crónicos, obligados a estar siempre conducidos por el cayado de unos cuantos tutores, cuando vemos a todos los pueblos de la tierra dándose sus propios Gobiernos?” Una memoria imborrable que está ahí. Honrémosla…

@ovierablanco  

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