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Sin costo

Queda suficientemente claro que el debate de abrir las escuelas en medio de la pandemia, no es un asunto de poca importancia. Cada día que pasa sin la posibilidad de regresar a clases, es un día de retraso social y cultural...

  • JOSÉ ANTONIO GÁMEZ E.

03/03/2021 05:03 am

En las últimas semanas se viene hablando del costo que representa tener las escuelas cerradas. Se menciona un costo silente, un costo pedagógico, un costo financiero, un costo sanitario y hasta de un costo sumergido. Son muchos los padres responsables y los maestros preocupados que han comenzado a llamar la atención sobre el tema. Al punto que hasta los entes gubernamentales han señalado fechas y programaciones de reapertura para las escuelas. Indudablemente todo tiene un costo político.

Las principales agencias y órganos de gobierno sanitario a nivel mundial, vienen tratando el tema sobre el regreso a clases desde hace varios meses. En realidad desde que comenzó la pandemia ha sido un tópico recurrente, en todas las revisiones sobre las medidas necesarias para contener la transmisión del Covid-19. Las características peculiares del virus que lo hacen, en general, menos virulento dentro de la población infantil, ha sido un tema a considerar por diferentes especialidades de la medicina. No ha sido nada sencillo llegar a un acuerdo sobre las medidas adecuadas, de distanciamiento y desinfección que permitan un regreso “seguro” a las escuelas. Prácticamente todas semanas aparecen nuevas guías y medidas, tratando de orientar adecuadamente la posibilidad de un regreso a clases.

Queda suficientemente claro que el debate de abrir las escuelas en medio de la pandemia, no es un asunto de poca importancia. Cada día que pasa sin la posibilidad de regresar a clases, es un día de retraso social y cultural. Un costo que las sociedades responsables, no están dispuestas a pagar. Son numerosas las investigaciones que afirman el daño social, mental y psicológico que produce en los niños la imposibilidad de asistir a la escuela. Esto se ve amplificado en países como el nuestro, en el que la escuela es además un centro de humanización, alimentación y hasta de atención sanitaria. No hay duda de que existen cosas que no tienen precio, pero mantener paralizada la educación parece tener un costo demasiado alto.

jagamez@icloud.com

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