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La memoria desvanecida

Nuestro fallo mayor fue no sembrar tanto como debimos, y poner más esfuerzo donde hubo dejadez

  • DANIEL ASUAJE

10/02/2021 05:00 am

Un suceso familiar nos puso de relieve la importancia de la memoria compartida, la existencia de una narrativa común que nos dé contexto, sensación de origen y pertenencia, en suma, nos brinde la sensación de identidad y reconocimiento como miembros de una misma nación , historia, país, tradiciones y comunidad de personas. Cada uno de nosotros somos nuestros recuerdos y un país es su historia. Viene a mi memoria la enfermedad de un ser muy querido quien perdió todo reconocimiento, nos dimos cuenta que su cuerpo aún estaba allí, pero él había partido hacía ya rato. Hoy día la Venezuela que tenemos en mente las nuevas y viejas generaciones son países distintos. La de las viejas generaciones está siendo sustituida no por renovación –que sería lo esperable- sino por sepultura en el olvido oficial colectivo.

Todas estos pensamientos se adueñaron de nosotros cuando hace días mi hijo menor, quien cumplirá veinte años, nosdejó de una pieza cuando en una conversación familiar descargando su frustración por la inutilidad de la oposición para sustituir el actual régimen, lamentaba que por culpa de la corrupción los chavistas habían llegado al poder. En su argumentación nos decía que ninguno de esos corruptos había sido castigado, que nadie anterior a Chávez se había preocupado por el país y su gente. Comenzamos a decirle que antes había un órgano de investigación llamado Contraloría General de La República el cual ciertamente investigaba –por tanto existía, el de hoy no- y a más de uno llevó a prisión, que hasta un mismísimo presidente fue enjuiciado y destituido acusado de malversación (que no es lo mismo que corrupción), que durante la democracia seconstruyó el país que desde hace más de veinte años se destruye: se electrificó al país, pobló el territorio nacional de escuelas, centros asistenciales, carreteras, universidades, se creó una industria petrolera e industrias básicas de gran envergadura y se industrializó al país, entre otras realizaciones. Figuras como Arturo Uslar Pietri, Mariano Picón Salas, Jacinto Convit, Fernández Morán, Teresa Carreño, Fermín Toro, Arnoldo Gabaldón, José Gregorio Hernández, Eugenio Mendoza, Los Vollmer, Zuloaga, Boulton, Cruz Diez, Reverón, el Quinteto Contrapunto, Alirio Díaz, Pérez Alfonso, Sucre Figarella, José Curiel, Gonzalo Barrios, J.I. Moreno León, T. Petkoff, Betancourt, CAP y hasta el mismo Caldera y tantos otros fueron venezolanos que construyeron el país que hoy vemos destruido. Un examen equilibrado debe dar reconocimiento a lo que aportaron y un señalamiento dónde fallaron. Es lo debido. Mi hijo no salía de su estupor, al cual sucedió el nuestro cuando nos dijo que esos nombres le eran desconocidos, que lo que le dijeron como historia patria era que, palabras más, palabras menos el país comenzó a existir después de Chávez. Allí caímos en cuanta que la mayor destrucción de este régimen es la evaporación de nuestra historia y memoria colectivas. También entendimos que una gran parte del desarraigo de gran parte de los jóvenes es el desconocimiento de la historia nacional. Nadie se siente perteneciente a un lugar si no lo experimenta como legado histórico. Obras como el Metro, Guri, Planta Centro, el tejido industrial y de servicios comerciales, la red de acueductos, cloacas, luz eléctrica, carreteras, viviendas van vías de ser ruinas físicas y de la memoria nacional.

El país que se desdibuja bajo el olvido oficial fue un país que se creó bajo el petróleo pero también con mucho trabajo creador, que con todas sus fallas –que las hubo, prueba de ello es que terminamos donde estamos- es a todas luces mejor que el presentado por el gobierno como un mar de la felicidad. Nuestro fallo mayor fue no sembrar tanto como debimos, y poner más esfuerzo donde hubo dejadez, si bien hubo flojos y aprovechadores también hubo pioneros y hacedores. Nos condenaron nuestros males endémicos: populismo, paternalismo y clientelismo. Tres plagas muy relacionadas.

Ahora nuestro hijo está interesado en conocer todos los hechos que le ocultaron pero nuestra preocupación es saber que nuestras escuelas privadas no hacen todos los esfuerzospara hacer de sus alumnos conocedores de una realidad que les pertenece y que la verdad oficial les escamotea. Valdría la pena que desde la sociedad civil nos esforcemos porque no desaparezca Venezuela de la memoria colectiva y sea definitivamente sepultada por el esperpento de la historia chavista. Allí definitivamente nuestro país será otro, porque otra será su narrativa colectiva. En lo personal me abocaré a esta tarea, tendremos que crear blogs, redes sociales, contactar escuelas para que la memoria no desaparezca. Es nuestro seguro contra la muerte definitiva: la del olvido.

@signosysenales

dh.asuaje@gmail.com
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