El Este de Asia ha estado durante mucho tiempo a la vanguardia de la innovación digital del hardware y cuenta con algunas de las sociedades más conectadas del mundo. Y con una revolución digital en marcha, acelerada por el novel coronavirus, las diversas culturas de la región están preparadas para encontrar nuevas formas de combinar tecnología y cultura. Niveles previamente inimaginables de riqueza de información y nuevas formas de interactuar con ella significan que los usuarios no solo son consumidores pasivos que navegan y descargan información de la Internet, sino también creadores activos que cargan y comparten su propio material con otros.

Los países del Este de Asia son tradicionalmente fuertes en innovaciones impulsadas por hardware: Japón, Corea del Sur y China albergan empresas líderes como Sony, Samsung y Lenovo. En conjunto, estos países fabrican cerca del 90% de los dispositivos digitales del mundo. El otro lado de la economía digital, la oferta de contenidos y servicios digitales, atrae menos atención en la región, pero ya emerge una fuerza social y económica de gran magnitud expresada en los jóvenes, ámbito que seguirá creciendo a medida que la tecnología conecte a muchas más personas.

De esta manera se incrementa la probabilidad de que el Este de Asia se consolide como el espacio donde converge la actividad empresarial responsable de la creación de nuevas herramientas, contenido y formas de expresión. Esto a razón del uso del poder cultural, sutil y eficaz, para ofrecer las mejores condiciones al desarrollo de contenidos y servicios digitales. El Hallyu en Corea del Sur o Hello Kitty, Pokémon y el anime en Japón se han convertido en el complemento perfecto de los dispositivos digitales de alta gama desarrollados por sus estructuras productivas, baluartes para consolidar las exportaciones culturales, incluidas películas, música y programas de televisión.

Esta revolución digital que vive el Este de Asia es de indiscutible importancia porque se encuentra en la intersección de la cultura, la diplomacia y la tecnología. Esta dando lugar a nuevas fuentes de ingresos para los talentosos creadores de contenidos, y permite que las ideas y las culturas se influyan entre sí. De esta manera, la diversidad de idiomas, culturas y experiencias sociales de los países de esta región de Asia incrementa el potencial de estos cambios tecnológicos.

En este momento, cuando la competencia y la innovación esta menos asociada con el hardware y más con las personas, las culturas y las experiencias sociales son parte fundamental en la generación de valor agregado en un país. Facilitar las condiciones para el adecuado desarrollo de la nueva fase de la revolución digital, concentrada en la innovación en tecnologías sociales y el poder blando, será el desafío para la próxima generación de líderes gubernamentales en el Este de Asia y en el mundo.

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