La economía sueca funciona bajo una especie de combinación de socialismo-capitalismo muy interesante. De ser una economía básica pescadora pasó a ser una economía híperdesarrollada y moderna con un alto nivel de igualdad y movilidad social. Por un lado, el gobierno cobra impuestos muy altos a los generan altos sueldos. Los altos impuestos progresivos hacen que prácticamente toda la población gane sueldos muy parecidos luego de pagar impuestos. Médicos, secretarias, trabajadores y gerentes ganan sueldos después de impuestos muy similares y todos tienen un alto nivel de vida. El gobierno cobra el 47 % del PIB en impuestos (uno de los mas altos del mundo) pero usa esos impuestos para subsidiar educación, salud, e infraestructura y con eso ayuda a cada ciudadano a desarrollar su potencial. También esos impuestos son utilizados para financiar el emprendimiento de cada ciudadano que lo desee. Y apoyan tanto a los empresarios que si fracasan, no ven en riesgo en sus ingresos de subsistencia. Y por eso hay tanto emprendimiento en Suecia que se ha convertido en el país con más empresas per cápita en el mundo. Las autoridades suecas cobran por otra parte los menores impuestos en el mundo para las ganancias de capital de los emprendedores. Y así Suecia se ha convertido en uno de los países con sueldos más igualitarios del planeta por una parte, y por la otra en uno de los países con más billonarios per cápita del mundo con miles de empresas pujantes y dinámicas.

Igualmente Noruega ha logrado algo parecido pero apuntalándose en los grandes ingresos petroleros. Sus autoridades han logrado ahorrar trillones de dólares en reservas internacionales que invierten local y mundialmente para generar empresas y dividendos que distribuyen a todos los ciudadanos. Las autoridades de esos países nórdicos son tan sencillos que hasta en bicicleta o transporte público van sus oficinas diariamente. Los países árabes también tienen políticas de desarrollo ciudadano que impulsan la modernidad. China y Rusia por su parte han desarrollado modelos económicos más capitalistas para desarrollar sus empresas del Estado que sufrieron grandes perdidas durante los modelos comunistas del siglo pasado. EEUU por su parte ha sido una economía más capitalista que presenta mas desigualdad social, pero su movilidad social es inmensa e innovadora y su desempleo bajísimo. Aumentan el gasto público y la inyección de dinero inorgánico temporalmente cuando se presentan grandes crisis como en el año 2007 y ahora durante el Covid-19. Todas las economías mencionadas son economías pujantes y optimistas. La corrupción gubernamental es inexistente o limitada. En ninguna economía de baja corrupción los dirigentes políticos son pobres después de dejar sus cargos.

En Venezuela, los líderes del oficialismo y de la oposición tienen los retos económicos que no atienden. Por un lado hay más de 400 empresas del Estado que por leyes equivocadas monopolizan los recursos naturales del país y que están con déficits de flujo de caja y sin recursos para reactivarse y generar empleos. Por la otra parte, los ciudadanos no quieren invertir en otros sectores menos regulados de la economía debido a la inseguridad que genera la hiperinflación, la falla de servicios públicos, la inseguridad personal y el pasado reciente de expropiaciones. La confrontación entre oficialistas y la oposición no permite atender el reto más grande que tiene el país: actualizar la normativa jurídica para permitir la inversión privada en infraestructura, en empresas del Estado y generar seguridad personal. La dirigencia política debe profesionalizar la administración pública. Venezuela puede progresar pero para ello los lideres políticos deben convertirse en estadistas y apartarse de ser guapetones de peleas.