La fase 3
La suerte está echada, pues alguna de esas vacunas líderes servirá, es decir, que será segura y eficaz, con una o dos dosis, cuya producción ya está en marcha...
¿Por qué es importante la fase “final” de una vacuna? Porque esos datos orientarán lo que podrá ocurrir cuando la vacuna se aplique a centenares de millones de personas de distintas edades, ocupaciones, género, grupos étnicos, localidades, y condiciones de salud, entre otras variables demográficas.
Esta misma semana Johnson y Johnson dio los detalles del ensayo de fase 3 para una vacuna anti Covid-19, hecha por ingeniería genética, que probarán en tres continentes. El estudio ENSEMBLE es un, “…ensayo clínico aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo diseñado para evaluar la seguridad y eficacia de una dosis única de vacuna frente a placebo en hasta 60.000 adultos de 18 años o más, incluida una representación significativa de los que son mayores de 60 años. El ensayo incluirá a personas con y sin comorbilidades asociadas con un mayor riesgo de progresión a Covid-19 grave, y tendrá como objetivo inscribir participantes en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, Sudáfrica y Estados Unidos. Para evaluar la eficacia de la vacuna Covid-19 de Janssen, se activarán los países y sitios de ensayos clínicos que tienen una alta incidencia de Covid-19 y la capacidad de lograr un inicio rápido”.
La semana pasada, AstraZeneca, hizo lo mismo al anunciar la fase 3 de su vacuna, al igual que Moderna y Pfizer, que harán ensayos en 30.000 voluntarios. La suerte está echada, pues alguna de esas vacunas líderes servirá, es decir, que será segura y eficaz, con una o dos dosis, cuya producción ya está en marcha, a riesgo que alguna de ellas no funcione bien. Johnson y Johnson apuesta por elaborar mil millones de dosis anuales, y las otras andan por cifras de igual magnitud a través de colaboraciones mundiales.
La incertidumbre no cesará con la entrada de esas vacunas a principios de 2021. Quedarán aún muchas interrogantes sobre el uso y consecuencias a mediano y largo plazo de esas nuevas y revolucionarias tecnologías. Pero, “esto es lo que hay”.
@rrangelaldao.
Esta misma semana Johnson y Johnson dio los detalles del ensayo de fase 3 para una vacuna anti Covid-19, hecha por ingeniería genética, que probarán en tres continentes. El estudio ENSEMBLE es un, “…ensayo clínico aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo diseñado para evaluar la seguridad y eficacia de una dosis única de vacuna frente a placebo en hasta 60.000 adultos de 18 años o más, incluida una representación significativa de los que son mayores de 60 años. El ensayo incluirá a personas con y sin comorbilidades asociadas con un mayor riesgo de progresión a Covid-19 grave, y tendrá como objetivo inscribir participantes en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, Sudáfrica y Estados Unidos. Para evaluar la eficacia de la vacuna Covid-19 de Janssen, se activarán los países y sitios de ensayos clínicos que tienen una alta incidencia de Covid-19 y la capacidad de lograr un inicio rápido”.
La semana pasada, AstraZeneca, hizo lo mismo al anunciar la fase 3 de su vacuna, al igual que Moderna y Pfizer, que harán ensayos en 30.000 voluntarios. La suerte está echada, pues alguna de esas vacunas líderes servirá, es decir, que será segura y eficaz, con una o dos dosis, cuya producción ya está en marcha, a riesgo que alguna de ellas no funcione bien. Johnson y Johnson apuesta por elaborar mil millones de dosis anuales, y las otras andan por cifras de igual magnitud a través de colaboraciones mundiales.
La incertidumbre no cesará con la entrada de esas vacunas a principios de 2021. Quedarán aún muchas interrogantes sobre el uso y consecuencias a mediano y largo plazo de esas nuevas y revolucionarias tecnologías. Pero, “esto es lo que hay”.
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