“Ha sido una siembra de pobreza material y moral profunda que quiere acabar con todos”
Han pasado tantos días que hoy quisiera poder escribir sobre otra realidad: sobre una Venezuela próspera y en vías de desarrollo, sobre los niños saltando de alegría porque a pesar de la pandemia pueden encontrarse con sus compañeros a través de la pantalla y darse un abrazo virtual, sobre alguno en su familia que pueda desplazarse en carro a comprar los alimentos, sobre los ancianos que compran sus medicinas con la pensión, sobre los médicos que luchan contra el Covid19 con su mascarilla y sus guantes puestos…
Tristemente seguimos en lo mismo, es inaceptable que en Venezuela no haya gasolina, que falte la luz eléctrica, que la pensión solo alcance para medio desayunar dos días; que las mamás tengan que cargar las bombonas de gas para sortear quien se las llene, mientras los papás cortan la leña mientras tanto; que la gente tenga que organizarse para dotar de insumos a los médicos y que los niños no puedan recibir sus clases.
Si en Venezuela no hay gasolina es porque se destruyó la industria de refinamiento; si en Venezuela no hay luz es porque a los generadores de energía no se les hizo mantenimiento; si después de trabajar toda una vida a un pensionado no le alcanza el dinero ni para las arepas de su familia, la razón de todo es la torpeza y la ineficiencia del que gobierna.
El resultado, previsible, era una miseria y una destrucción social establecida. Ha sido una siembra de pobreza material y moral profunda que quiere acabar con todos.
¿Se puede esto revertir? Absolutamente sí. Existen dos escenarios: o se piensa que eso lo debe hacer otro (entonces nada me importa) o me lo tomo en serio y veo con los demás cómo resolverlo en equipo. Es la diferencia entre querer o no querer, asumir o no asumir. Se acabó el tiempo de la ira, del miedo y del temor.
Debemos luchar para cambiar, para servirle a Dios, al país y a la familia.
Lo quieren o no. Hay mucha gente que si: ¡mucha!
Compromiso con Venezuela: vale mucho y depende de mí.
fcastroa@gmail.com
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