Tal como escribió Alejandro Dumas en su novela “Veinte años después” - “Cuando se está en lo más bajo de la rueda, da la vuelta y empieza uno a elevarse”, ese mismo mensaje de aliento y esperanza sirve hoy para la mayor reflexión en medio de la debacle en que estamos en Venezuela. Alentados y esperanzados entonces, los venezolanos deberíamos preguntarnos y contestar la muy importante y definitiva pregunta de nuestra existencia y de Venezuela como nación, de si ¿vamos o venimos? Y es que entre ir y venir o sea la diferencia entre andar de aquí para allá y de allá para acá, obvio es que estando acá primero debemos ir allá para entonces poder venir acá. Además como sea que el asunto trata de direcciones completamente opuestas, no se puede ir y venir al mismo tiempo como algunos plantean.

De si vamos o venimos como ciudadanos de esta nación, puede aseverarse que “ venimos” dado el deterioro y pérdida sufrida de nuestros derechos sometidos como estamos a punta de fusil por quienes juraron defender la patria y al Castrocomunismo la cedieron. Sin embargo como semejante situación obliga a ir en el rescate de nuestros derechos y de la patria invadida y colonizada, también ”vamos” aunque no todos a la vez y unidos como debemos y marcharemos. Esto aún a pesar de aquellos que se avienen y conforman con el régimen de marras en vez de oponerse y resistirse tenazmente

En cuanto a si Venezuela va o viene como nación, obvio es que viene del progreso y bienestar alcanzado durante 40 años de democracia estando ahora al fondo del abismo del subdesarrollo entre los primeros últimos países del mundo. Sin embargo Venezuela va al rescate de su libertad y democracia arrebatadas. En su objetivo libertario no hay cabida para el pesimismo y la desesperanza, menos pérdida de aliento alguno a todos los venezolanos conscientes de nuestra responsabilidad patriótica, que persistiremos hasta lograrlo. Cómo herederos de nuestros héroes libertadores, los venezolanos debemos recobrar la dignidad y honrosa vestidura de ciudadanos libres. Al respecto la tarea libertaria luce grande, como grande es el compromiso y la determinación. En cuanto al cierto retraso del Bravo Pueblo en lograrlo, puede excusarse como Dumas a Artagnan: “no había faltado a las circunstancias, pero las circunstancias le habían faltado a él”

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