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HeLa: 100 años inmortal

Afortunadamente no sólo el cáncer es biológicamente inmortal, también lo son las células germinales que todos tenemos son consideras biológicamente inmortales pues tampoco envejecen...

  • JOSÉ LUIS CORDEIRO

08/08/2020 05:00 am

El pasado 1 de agosto se cumplió el centenario del nacimiento de Henrietta Lacks, mejor conocida por sus famosas células HeLa: la primera línea de células inmortales descubiertas. Sí, hace un siglo nació Henrietta Lacks, quien después de morir por cáncer el 4 de octubre de 1951, se volvió “famosa” cuando los médicos descubrieron que sus células cancerígenas crecían y se reproducían indefinidamente en los cultivos que los científicos realizaron para estudiar su cáncer.

Henrietta Lacks murió a los 31 años pero sus células HeLa siguen vivas y, a pesar de tener ya un siglo de edad, parecen tan activas como quinceañeras. Así fue como los científicos descubrieron que el cáncer es una serie de mutaciones que detienen el envejecimiento celular y permite que las células cancerígenas vivan indefinidamente mientras estén en un cuerpo o en un medio de cultivo que las permita crecer y seguir reproduciéndose. Así los científicos llaman a las células cancerígenas “biológicamente inmortales” pues pueden vivir indefinidamente jóvenes. Esto no quiere decir que las células cancerígenas no mueran (pues pueden ser destruidas con tratamientos como la quimio y radioterapia), pero si quiere decir que las células cancerígenas descubrieron como detener el envejecimiento celular y así vivir indefinidamente jóvenes (por lo menos hasta que no muera el cuerpo o el cultivo donde habitan).

Aunque desde 1951 sabemos que la inmortalidad biológica existe, gracias a las famosas células de Henrietta Lacks, muy pocas personas conocen este hecho. Afortunadamente no sólo el cáncer es biológicamente inmortal, también lo son las células germinales que todos tenemos son consideras biológicamente inmortales pues tampoco envejecen. El problema es que el cuerpo si envejece (compuesto por células somáticas) y cuando el cuerpo muere, las células germinales que están en su interior también mueren (aunque no envejezcan). La prueba de que la inmortalidad es posible es que ya existe, y finalmente los científicos están estudiando como aplicarla al resto del cuerpo.


www.cordeiro.org
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