Las vacunas cambiaron el curso clínico de muchas enfermedades infecto-contagiosas. Su historia comenzó en el Reino Unido en el año 1796 cuando Edward Jenner observó que mujeres ordeñadoras de vacas tenían cierto grado de protección contra la viruela humana, si ya habían sido infectadas por el virus de la viruela bovina. Con esta observación y con la hipótesis de la probable atenuación del virus de la viruela de la vaca en comparación con el virus de la viruela humana, Jenner realizó un experimento con un niño de 8 años raspándole con material de una lesión de viruela bovina de una de las ordeñadoras y luego repitió el procedimiento, agregándole una pequeña cantidad de lesión del mismo niño, evidenciando lo que él esperaba que el niño estaba inmunizado contra la viruela. Este fue el comienzo de la era de las vacunas.
Los términos vacuna y vacunación derivan de variolae vaccinae o viruela de la vaca, acuñado por Jenner inicialmente para denominar a la viruela bovina, utilizado por primera vez en 1798 en su obra “Una investigación sobre las causas y los efectos de la viruela bovina”, en el cual describió el efecto protector de la viruela bovina contra la viruela humana. Ochenta y nueve años después, el Dr. Louis Pasteur, demostró que la rabia se podía evitar suministrando gérmenes debilitados del virus de la rabia y propuso que en honor a Edward Jenner el término vacuna se debía ampliar para las nuevas inoculaciones que se estaban realizando y de esta forma se continúa denominando hasta la actualidad.
Se desconoce con precisión cuando ocurrieron los primeros casos de viruela humana en el mundo, pero si hay algunas evidencias de momias egipcias que muestran que la enfermedad existía en el siglo III a de C. Transcurrieron siglos para desarrollar la vacuna contra la viruela y después de múltiples campañas masivas de vacunación se logró la erradicación de la enfermedad en 1980. Lo mismo sucedió con la poliomielitis, cuya evidencia histórica data también del antiguo Egipto y que pasaron siglos para desarrollar la vacuna en el año 1955, después de haber padecido la enfermedad durante siglos. Lo que para la viruela y la poliomielitis duró siglos, en el coronavirus probablemente dure meses, pero a todos nos parece que es mucho tiempo.
Desde el inicio de la pandemia actual hace menos de un año se activaron varios centros de investigaciones en el mundo para desarrollar la vacuna, al comienzo con estudios experimentales de laboratorio y en animales, luego estudios clínicos en humanos que en general se realizan en tres fases: Fase I con menos de 100 voluntarios, Fase II entre 200 y 500 voluntarios y Fase III con grandes grupos, generalmente en varios centros y varios países. Estas investigaciones en palabras sencillas, pretenden estudiar el beneficio, o sea la capacidad de proporcionar protección contra la enfermedad en condiciones ideales; el potencial daño que pueden producir, la dosis, vía de administración y definir si requiere dosis de refuerzo. En la actualidad hay más de 140 vacunas Covid-19 en desarrollo, 25 ensayos clínicos humanos y de éstos 6 están en fase III, lo cual hace de la vacuna una realidad a corto plazo, producto de un esfuerzo científico sin precedentes.
Desde este momento hasta la disponibilidad definitiva de la vacuna en un escenario factible transcurrirán algunos meses. Es tarea de todos en este lapso, evitar la enfermedad por las vías conocidas y reforzar los sistemas de atención médica para evitar su colapso. La vacuna es la esperanza que así como la Viruela y otras enfermedades infecciosas, el Covid-19 en un futuro sea parte del pasado superado.
ascardio.coordinacion@gmail.com
Los términos vacuna y vacunación derivan de variolae vaccinae o viruela de la vaca, acuñado por Jenner inicialmente para denominar a la viruela bovina, utilizado por primera vez en 1798 en su obra “Una investigación sobre las causas y los efectos de la viruela bovina”, en el cual describió el efecto protector de la viruela bovina contra la viruela humana. Ochenta y nueve años después, el Dr. Louis Pasteur, demostró que la rabia se podía evitar suministrando gérmenes debilitados del virus de la rabia y propuso que en honor a Edward Jenner el término vacuna se debía ampliar para las nuevas inoculaciones que se estaban realizando y de esta forma se continúa denominando hasta la actualidad.
Se desconoce con precisión cuando ocurrieron los primeros casos de viruela humana en el mundo, pero si hay algunas evidencias de momias egipcias que muestran que la enfermedad existía en el siglo III a de C. Transcurrieron siglos para desarrollar la vacuna contra la viruela y después de múltiples campañas masivas de vacunación se logró la erradicación de la enfermedad en 1980. Lo mismo sucedió con la poliomielitis, cuya evidencia histórica data también del antiguo Egipto y que pasaron siglos para desarrollar la vacuna en el año 1955, después de haber padecido la enfermedad durante siglos. Lo que para la viruela y la poliomielitis duró siglos, en el coronavirus probablemente dure meses, pero a todos nos parece que es mucho tiempo.
Desde el inicio de la pandemia actual hace menos de un año se activaron varios centros de investigaciones en el mundo para desarrollar la vacuna, al comienzo con estudios experimentales de laboratorio y en animales, luego estudios clínicos en humanos que en general se realizan en tres fases: Fase I con menos de 100 voluntarios, Fase II entre 200 y 500 voluntarios y Fase III con grandes grupos, generalmente en varios centros y varios países. Estas investigaciones en palabras sencillas, pretenden estudiar el beneficio, o sea la capacidad de proporcionar protección contra la enfermedad en condiciones ideales; el potencial daño que pueden producir, la dosis, vía de administración y definir si requiere dosis de refuerzo. En la actualidad hay más de 140 vacunas Covid-19 en desarrollo, 25 ensayos clínicos humanos y de éstos 6 están en fase III, lo cual hace de la vacuna una realidad a corto plazo, producto de un esfuerzo científico sin precedentes.
Desde este momento hasta la disponibilidad definitiva de la vacuna en un escenario factible transcurrirán algunos meses. Es tarea de todos en este lapso, evitar la enfermedad por las vías conocidas y reforzar los sistemas de atención médica para evitar su colapso. La vacuna es la esperanza que así como la Viruela y otras enfermedades infecciosas, el Covid-19 en un futuro sea parte del pasado superado.
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