Detener el negacionismo, el racismo y el antisemitismo
Se impone enseñar holocausto en las aulas del mundo. Así lo está intentando una iniciativa internacional creada por Suecia, e integrada por 34 países, entre ellos Argentina y Uruguay
El prestigioso The New York Times, titula una extensa nota reciente (2/8/20) “Planes para el Día X de Alemania, un renacer de la extrema derecha”. Detalla con nombres y datos la aparición de células neonazis en las fuerzas armadas la policía. El ejército tuvo que desmontar en julio una compañía especial infiltrada por extremistas.
Se considera que el crecimiento de estos sectores, y los partidos neonazis ha sido subestimado. Se dan también en otros países europeos, y se basan en los sentimientos antisemitas, racistas y xenófobos que políticos demagógicos están utilizando para tomar poder, como Salvini en Italia, Orbán en Hungría, y otros.
El nuevo neonazismo tiene uno de sus ejes en la negación de Holocausto. La predica incesante que pseudohistoriadores y “fake news” plantean es que el holocausto no existió, que en todo caso la cifra de víctimas fue muy menor, que no hubo cámaras de gases, y que es un mito inventado por el pueblo judío para avalar la existencia de Israel. Ahmadineyad que difundía similares tesis, hizo en el 2006 cuando era Presidente de Irán un congreso internacional de negadores. Reunió junto a Le Penn (fundador del Partido Nacional de Francia), líderes de los supremacistas blancos americanos del Ku Klux Klan y otros semejantes.
El gran historiador israelí Yehuda Bauer previene en su excepcional obra: “Repensando el Holocausto” que el nazismo bajo nuevas formas sigue siendo un peligro para una humanidad muy conflictuada, y reclama que es necesario enseñar sobre él.
La ignorancia es muy grande. Encuestas de CNN han mostrado que el 66% de los millenials en EEUU, no saben que fue Auschwitz. El 20% de los franceses de 18 a 34 años no oyeron hablar del Holocausto. El 38% de los europeos consideran que no es un problema negar el Holocausto.
El vacío de educación ha sido aprovechado por los grupos de ultraderecha que, en los medios sociales, han instalado activos espacios negacionistas, y racistas.
Bauer, enseña que más que nunca es necesario explicar cómo los nazis pudieron solo en pocos años aniquilar a seis millones de judíos, genocidar a una parte del pueblo gitano, asesinar 275.000 discapacitados, atacar salvajemente a un millón de homosexuales, y otros crímenes para purificar las razas. Los ayudó la indiferencia, y la complicidad de los colaboracionistas nazis locales en Europa.
Bauer refiere que ha habido otros genocidios como el de los armenios, Ruanda, Srebrenica, la minoría rohingya en Myanmar, pero el Holocausto fue excepcional por varias razones. Destaca que es la primera vez que se busca eliminar a todo un pueblo solo por haber nacido judío. Fue universal, se proponía exterminarlos donde estuvieran. Crearon mecanismos infernales, los campos de concentración. Solo en Auschwitz mataron 960.000 judíos, 865.000 de ellos fueron a las cámaras de gases al llegar. Hitler reclutó a casi toda la inteligencia alemana, para “vender” a su pueblo las fantasías de la raza inferior parásita, y de la gran conspiración judía mundial. Dice otro gran historiador francés Leon Poliakov que cuando la Guerra se le complicó, y podía haber fisuras internas, inventó el exterminio total de los judíos para involucrar a todo el pueblo alemán en un “pacto de sangre”, un crimen tan horroroso que nadie pudiera retroceder.
Hoy ante el resurgir del antisemitismo, el negacionismo, y el racismo, se impone enseñar holocausto en las aulas del mundo. Así lo está intentando una iniciativa internacional creada por Suecia, e integrada por 34 países, entre ellos Argentina y Uruguay.
(*) Designado Profesor Honorario y Doctor Honoris Causa por numerosas Universidades.
Se considera que el crecimiento de estos sectores, y los partidos neonazis ha sido subestimado. Se dan también en otros países europeos, y se basan en los sentimientos antisemitas, racistas y xenófobos que políticos demagógicos están utilizando para tomar poder, como Salvini en Italia, Orbán en Hungría, y otros.
El nuevo neonazismo tiene uno de sus ejes en la negación de Holocausto. La predica incesante que pseudohistoriadores y “fake news” plantean es que el holocausto no existió, que en todo caso la cifra de víctimas fue muy menor, que no hubo cámaras de gases, y que es un mito inventado por el pueblo judío para avalar la existencia de Israel. Ahmadineyad que difundía similares tesis, hizo en el 2006 cuando era Presidente de Irán un congreso internacional de negadores. Reunió junto a Le Penn (fundador del Partido Nacional de Francia), líderes de los supremacistas blancos americanos del Ku Klux Klan y otros semejantes.
El gran historiador israelí Yehuda Bauer previene en su excepcional obra: “Repensando el Holocausto” que el nazismo bajo nuevas formas sigue siendo un peligro para una humanidad muy conflictuada, y reclama que es necesario enseñar sobre él.
La ignorancia es muy grande. Encuestas de CNN han mostrado que el 66% de los millenials en EEUU, no saben que fue Auschwitz. El 20% de los franceses de 18 a 34 años no oyeron hablar del Holocausto. El 38% de los europeos consideran que no es un problema negar el Holocausto.
El vacío de educación ha sido aprovechado por los grupos de ultraderecha que, en los medios sociales, han instalado activos espacios negacionistas, y racistas.
Bauer, enseña que más que nunca es necesario explicar cómo los nazis pudieron solo en pocos años aniquilar a seis millones de judíos, genocidar a una parte del pueblo gitano, asesinar 275.000 discapacitados, atacar salvajemente a un millón de homosexuales, y otros crímenes para purificar las razas. Los ayudó la indiferencia, y la complicidad de los colaboracionistas nazis locales en Europa.
Bauer refiere que ha habido otros genocidios como el de los armenios, Ruanda, Srebrenica, la minoría rohingya en Myanmar, pero el Holocausto fue excepcional por varias razones. Destaca que es la primera vez que se busca eliminar a todo un pueblo solo por haber nacido judío. Fue universal, se proponía exterminarlos donde estuvieran. Crearon mecanismos infernales, los campos de concentración. Solo en Auschwitz mataron 960.000 judíos, 865.000 de ellos fueron a las cámaras de gases al llegar. Hitler reclutó a casi toda la inteligencia alemana, para “vender” a su pueblo las fantasías de la raza inferior parásita, y de la gran conspiración judía mundial. Dice otro gran historiador francés Leon Poliakov que cuando la Guerra se le complicó, y podía haber fisuras internas, inventó el exterminio total de los judíos para involucrar a todo el pueblo alemán en un “pacto de sangre”, un crimen tan horroroso que nadie pudiera retroceder.
Hoy ante el resurgir del antisemitismo, el negacionismo, y el racismo, se impone enseñar holocausto en las aulas del mundo. Así lo está intentando una iniciativa internacional creada por Suecia, e integrada por 34 países, entre ellos Argentina y Uruguay.
(*) Designado Profesor Honorario y Doctor Honoris Causa por numerosas Universidades.
kliksberg@aol.com
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