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Raíces sefardíes

No hay ningún caso similar en la historia de los pueblos expulsados, donde los desterrados hayan mantenido su cultura, costumbres y lengua de origen durante tanto tiempo y en destinos tan alejados

  • DAVID BITTAN OBADÍA

12/07/2020 05:00 am

La reivindicación histórica realizada por España a través de la Ley, en materia de concesión de la nacionalidad española a los sefardíes originarios de España y, posteriormente de Portugal, marca definitivamente el cierre de una herida que estaba abierta, producto de uno de los mayores actos de injusticia que conoce la humanidad, como lo fue la expulsión de los judíos de su propia tierra, la Península Ibérica, habitada por ellos desde el siglo II.

Es oportuno recordar que en los libros de Isaías, Jeremías, Ezequiel, el libro de Jonás y el Libro Primero de los Reyes, se habla del puerto de Tarsis, que se encontraba en el extremo occidental del Mediterráneo, lugar donde, en la época del Rey Salomón, también se mantuvieron estrechas relaciones comerciales. Este punto es simplemente Cádiz.

España no había nacido; los hebreos vieron pasar a todos los que habitaron de el solar ibérico: romanos, visigodos, fenicios, griegos, cartaginenses, y son ellos los únicos que sobrevivieron y se han mantenido ininterrumpidamente alli, pues a pesar de la expulsión, conversos y escondidos, no abandonaron el territorio.

No hay ningún caso similar en la historia de los pueblos expulsados, donde los desterrados hayan mantenido su cultura, costumbres y lengua de origen durante tanto tiempo y en destinos tan alejados.

Ya desde principios del siglo XX, gracias a la iniciativa de Primo de Rivera -dictador español con raíces sefardíes-, se empezó a otorgar la nacionalidad, a través de las Cartas de Naturaleza, a los judíos de origen sefardí, es decir a los “españoles sin patria“, como diría Ángel Pulido.

Si tomamos en consideración que, para el momento de la expulsión un 20% de la población de España era raíces judías , podemos entender la dimensión del tema sefaradí pues, durante la época de la inquisición muchos se convirtieron y otros se mezclaron.

Estas leyes en mención tienen como objetivo resarcir el daño a los descendientes de aquéllos que sufrieron la expulsión. Sin embargo el tema se opca parcialmente por un conjunto de “historiadores”, “genealogistas“ y supuestos "expertos", que han convertido este asunto en un negocio y seguramente tendrán que enfrentar a la justicia en su momento, pues se han inventado líneas de genealogías sin soportes; emparentando a mediomundo; ahora todos quieren ser Capriles por ejemplo, ojo que Maduro también es un apellido Sefaradí.

Esperemos que todo esto culmine bien y aquéllos que están descubriendo su pasado, den un paso al frente y se unan a la lucha contra el antisemitismo, la discriminación, para que, hechos como la expulsión, no se vuelvan a repetir jamás en ninguna sociedad.

davidbittanobadia@gmail.com
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