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¡Hacen mucha falta!

Mientras desaparece la corresponsabilidad moral, intelectual y material del Estado con “su pueblo”, la “insuficiencia organizada” se arraiga en importantes ámbitos de la vida pública

  • MIGUEL BAHACHILLE

30/03/2020 05:00 am

Profesionales venezolanos migrados, sobre todo expertos en ámbitos sanitarios, han sido subrepticiamente despreciados por la revolución bolivariana para evitar que “contagien al resto del país” con sapiencias raras aprendidas “del imperio”. Por su parte los que siguen migrando advierten que de pernoctar en Venezuela sus perspectivas de desarrollo personal y de sus respectivas carreras, acabarán más temprano que tarde en vías muertas. El que no se va por reservas personales, económicas o familiares, está al tanto que su profesión será ejercida “a medias” lidiando contra inserciones de un régimen que “controla todo”.

Hacia el atraso

Mientras desaparece la corresponsabilidad moral, intelectual y material del Estado con “su pueblo”, la “insuficiencia organizada” se arraiga en importantes ámbitos de la vida pública. Así el atraso, innato del socialismo igualitario, termina posesionándose del cuerpo y aliento de la mayoría. Los Estados marxistas, ofuscados por su canon ideológico, son opuestos al progreso. Lejos de estimular la ciencia y el arte, las obstaculizan. Así pues, para la revolución bolivariana “el plan va bien”. Se logró instituir el subdesarrollo, la desunión social y desacierto entre la población. ¿Algún parecido con otro país?

Antecedentes

Nada nuevo. Ciertos líderes venezolanos del siglo XIX y principios del XX se oponían a las reformas con signos ajenos al país por “el peligro” de convertirse en rémora para la preservación de “nuestros hábitos históricos y culturales”. Hoy el causante de nuestro atraso institucional y mala distribución de la riqueza ha sido descubierto y registrado certeramente ante el pueblo: “el imperio”. Mientras éste persiste en estropear el proyecto bolivariano de justicia y equidad social suscitado por el líder eterno, el hambre, inseguridad e inestabilidad psíquica del pueblo, no ceden. Pero eso no importa; afortunadamente para el país el enemigo de la república ya ha sido identificado”.

Muera la ciencia

Todavía subsisten políticos que persisten en repudiar la tecnología venida de “corporaciones millonarias” por ser las propiciadoras del hambre y dolor entre las naciones pobres. ¡Muera la ciencia pues! En el caso venezolano algunos voceros sustentaban, hasta hace poco, que era preferible preservar nuestras riquezas bajo tierra (“bien selladas”) para impedir que manos extrañas se aprovecharen de ellas. Nunca discurrieron que la ciencia aplicada no se detiene por el capricho de rebeldes intoxicados con el poder. Transcurridos 20 de retórica marxista, se sigue ampliando la penuria entre venezolanos que se disgregan por la migración masiva.

Viva la medianía

Si anhelamos erigir un futuro de progreso, contra las baladronadas de los aduladores, es preciso vencer democráticamente la expansión de “los grises con mando”. Única manera de vincular el desarrollo social con el avance de la ciencia y del sistema educativo.

Entre 1958 y 1998, durante la verdadera era democrática, Venezuela tuvo el privilegio de formar un significativo número de técnicos y profesionales que emprendieron grandes desarrollos en áreas petroleras, siderúrgicas, hidráulicas y hospitalarias que, por cierto, siguen dando servicio no obstante el deterioro y desidia a que han sido sometidas en las últimas 20 años.

¡Inconcebible!

Cuesta concebir cómo un país en el que se formaron excelentes profesionales y técnicos; con abundantes riquezas petroleras, auríferas y minerales, ubicado en una zona geográfica privilegiada, haya podido generar tanta pobreza e inseguridad. Ahora, frente a la crisis, no ha sido posible detener el éxodo de miles de científicos y técnicos, sobre todo jóvenes, que se alejan de una revolución que los desecha y humilla.

¡Cuánta falta hacen hoy esos compatriotas profesionales, sobre todo médicos, para atender debidamente la pandemia que limita la vida física y emocional de casi 30 millones de venezolanos!

¡Cuánta falta hacen!

miguelbmer@gmail.com

@MiguelBM29
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