Espacio publicitario

El hombre sin permanencia

TEÓDULO LÓPEZ MELÉNDEZ. Al hombre del siglo XXI le es vital aprender a comprenderse, mucho más que en cualquier otro tiempo, porque más que en cualquier otro tiempo su permanencia no está garantizada. Somos una especie que deberá salir, tal vez en tiempo perentorio e irresuelto

  • Diario El Universal

18/04/2018 05:00 am

TEÓDULO LÓPEZ MELÉNDEZ

Los cambios políticos, económicos y sociales están a la vista. La complejidad de lo que viene requerirá de desafiantes ideas y de un pensamiento continuo. Lo que vamos a enfrentar, lo que ya estamos enfrentando, abarca profundidades que llegan hasta interrogantes sobre el sentido mismo del hombre. Uno de los primeros en planteárselo en estos términos fue Bertrand Russell en su libro ¿Tiene futuro el hombre? Russell andaba preocupado ante la aparición del armamento nuclear y por la Guerra Fría que amenazaba una confrontación destructora, pero sus planteamientos sobre la creación de una conciencia y de un gobierno mundial siguen allí. Las circunstancias se han modificado, pero nos hemos encargado de crear nuevos peligros.


La política es un campo esencial de la acción. Hemos repetido sobre la necesidad de un pensamiento complejo que de nuevas respuestas a las dimensiones actuales del mundo en convulsión. Está claro que esas nuevas formas dependen del hombre y de su transformación, de su inmersión en la aceptación de la idea de un futuro que ya está en nuestras casas y que implican conceptos como la unidad en la diversidad, transformación inmediata de los organismos multinacionales hacia nuevas maneras de expresión global, concepción de formas económicas para el desarrollo de lo humano y de muchas que incluso dejan las estructuras de la organización para hendirse en conceptos sobre la evolución misma de nuestra especie.


O entendemos que el objetivo es la búsqueda del bien común y la realización de la persona humana o seguiremos al garete, situación propicia para que un futuro no deseado juegue con nuestra suerte. Siempre está presente la necesidad de nuevas descripciones o como lo he llamado, la perentoriedad de una interrogación ilimitada. Lo que sí es cierto es que todo hombre debe tener que ver con una experiencia intelectual, desde los principios hasta las causas y efectos para hacer de la libertad una nueva reformulación trascendental. Al hombre del siglo XXI le es vital aprender a comprenderse, mucho más que en cualquier otro tiempo, porque más que en cualquier otro tiempo su permanencia no está garantizada. Somos una especie que deberá salir, tal vez en tiempo perentorio e irresuelto.


teodulolopezm@outlook.com

Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones
-

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Espacio publicitario

DESDE TWITTER

EDICIÓN DEL DÍA

Espacio publicitario

Espacio publicitario