Cuando nos referimos a una entrega total, tan solo con una mirada sin duda alguna, hablamos del amor de los padres hacia sus hijos. Si los hijos se detuvieran un poco a mirar detalladamente los ojos de sus padres, cuando les hablan para orientarlos, reprenderlos, guiarlos, despedirlos, de verdad que podrían notar cuanto quieren expresar a través de su mirada, los padres siempre quieren para sus hijos lo mejor de la vida, y aunque casi nunca lo digan están dispuestos a dar la suya por ustedes.

Esa mirada que irradia sentimientos únicos y de profundidad inigualable solo se ve reflejada en una madre, que teniendo un hijo enfermo saca fuerzas de donde no las tiene para no llorar delante de él, y luchar día y noche por conseguir su cura, y por si fuera poco sin alejarse ni por un segundo de su lado. Esa mirada que todo entrega es aquella, que se ve refleja en los ojos de un padre, que sin importar cuanto se quiebre el lomo trabajando, su única y mejor recompensa es la sonrisa y el bienestar de sus hijos. Esos padres que cuando te cargan en sus brazos, quisieran detener el tiempo en ese instante.

Una mirada que todo entrega es aquella que los padres irradian cada vez que ven a sus hijos, con cada mirada ellos, quieren, desean, expresan y piden a Dios para ustedes, salud, felicidad y el mejor de los caminos. Hijo detente un momento a contemplar esa mirada, que nunca veras en otros ojos, esa mirada que todo entrega aunque a veces no lo sientas, esa mirada que te pide nunca le olvides aunque no te lo diga, esa mirada que se ilumina cuando habla de ti, esa mirada que siempre te acompaña aunque no esté contigo, esa mirada que dice más que mil palabras.

Desde que nace un ser humano, es bendecido con esa mirada que desborda ternura, dulzura y un amor único aquí en la tierra, la mirada de los padres. Para tu mamá y papá tú siempre serás esa parte importante e insustituible de su vida. Por eso hijos tengan siempre como meta ser personas de bien y actuar de la manera más digna, para nunca cambiar o borrar de esos rostros perfectos para nosotros, toda la entrega con tan solo una mirada.

Es indiscutible y no existe comparación alguna, toda la entrega que se refleja a través de la mirada de unos padres. Esa mirada que grita diciendo con la mayor de las fuerzas y la más grande de las ternuras hijo yo estoy aquí por ti y para ti, eres lo más valioso en mi vida. Por eso no desperdicies nunca la oportunidad y mírate siempre, en el mejor de los espejos, ese que nada oculta y todo entrega, la mirada de los padres.

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