La Comisión Española de Ayuda al Refugiado, CEAR, organización creada en 1979, es una de las más importantes de Europa en materia de defensa de los derechos humanos y del derecho de asilo a nivel nacional.

Surgida con el proceso democrático de España y asociada a su filosofía promotora de las libertades y derechos fundamentales, cumple la noble misión de proteger a los demandantes de asilo en el país conforme al texto, espíritu, propósito y razón de la Convención de Ginebra de 1951.

Esta normativa establece la obligación de conceder en diversidad de situaciones: “el trato más favorable posible” en materias de bienes, protección intelectual, acceso a la justicia, a la asociación, al trabajo, al ejercicio de profesiones liberales con vocación de hacer efectiva y sostenida la protección.

La acción de CEAR ha sido importante y ha contribuido tanto a nivel legislativo como en los hechos al resguardo de personas y grupos como consecuencia de importantes conflictos internacionales: la presencia de dictaduras en América Latina, la guerra en los Balcanes, en el Medio Oriente y en Africa, entre otros, lo cual le ha dado autoridad nacional e internacional.

La gravedad de la situación de Venezuela y la emergencia humanitaria que confronta ha demandado la actuación de otros países en América y Europa y se transforma en uno de los casos internacionales más preocupantes y de extendidos efectos políticos, sociales y económicos.

Según cifras de CEAR durante el año 2019 en España se presentaron un total de 118.264 solicitudes de asilo representando un incremento con respecto del año precedente, indicando en su informe por ejemplo que: “El permiso por razones humanitarias, en su mayoría personas de nacionalidad venezolana, se concedió a cerca de 40.000 personas”.

No obstante lo anterior, CEAR observa que el número de asilos aprobados es inferior a los concedidos en el año 2018 lo cual, según la organización, coloca a España: “…muy por debajo de la media de la Unión Europea que registra alrededor de un 30% de resoluciones favorables”. “Sin embargo, cabe destacar como un claro avance respecto a periodos anteriores, la concesión de 39.776 permisos por razones humanitarias, la inmensa mayoría a personas de nacionalidad venezolana...”.

Entre sus conclusiones en materia de asilo CEAR expresa que: “los datos generales no son buenos”, pudiendo ser mejores en lo sucesivo no obstante que España ha recibido solicitudes elevadas en la materia con respecto a años anteriores.

En tal sentido, Estrella Galán, Directora de CEAR, ha señalado que: “A pesar del refuerzo material y humano en la Oficina de Asilo y Refugio (OAR), la acumulación de expedientes pendientes de resolución siguió en aumento, y según datos del Ministerio del Interior, al término de 2019 habían alcanzado un total de 124.025 (según datos de Eurostat serían hasta 133.015)”. “Es urgente que, manteniendo las garantías individuales de todos los solicitantes, España agilice las resoluciones y la notificación de estos expedientes”, apunta la destacada representante.

Los venezolanos constituyen un componente humano, social, laboral, intelectual y productivo importante para el futuro de España y de Europa. Han sido reconocidos entre otros grupos latinoamericanos, como es el caso de los migrantes de Brasil, como uno de los mejor calificación académica y profesional en la península que se recibe como resultado de la crisis humanitaria y política del país sin previas medidas adicionales de captación y retención como es propio hacerlo en el ámbito empresarial con recursos valiosos y útiles para el desarrollo.

España ha manifestado de manera significativa los compromisos de su política internacional que se asocian a la defensa y protección de derechos fundamentales, acción consecuente con la creciente influencia que ha alcanzado en las últimas décadas en materia de promoción de la democracia y de los derechos humanos. De un modo distinto no puede desempeñarse España al constituir una referencia internacional en Europa y más en lo que respecta a su relación y vínculos fundamentales con los países de América Latina.

En esa dirección de mejoramiento de la integración y acción de la comunidad venezolana en España conforme a la mejor interpretación del Convenio de Ginebra y otros instrumentos internacionales y a las propuestas presentadas por el embajador Antonio Ecarry, es hacia donde debe encaminarse la presencia de nuestros nacionales en materia de emprendimiento, convalidación de títulos, facilidades para el acceso la vivienda y a empleos dignos, participación en programas comunitarios y productivos, entre otros, lo cual repercutirá positivamente el crecimiento del país que en un tiempo contribuyó también con el desarrollo de Venezuela cuando de manera abierta y constructiva fueron asimilados millones de españoles y europeos a su propia realidad con garantías plenas de integración humana, bienestar y prosperidad.

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