Llega un momento, de acuerdo a la suma de edad y experiencias, cosas de la más elemental biología, en que se comprende y se revela el peso de la verdad, del lugar común.
En virtud de seguir siendo testigo de mi tiempo, de amar y conocer la vida por lo que es, me atrevo a decir una vez más que Venezuela, de tanto ver hacia el vacío, el vacío empezó a ver (y sigue viendo) dentro de ella. Precursores de un continente, como se nos ha manifestado que es nuestra estrella y somos desde la fundación nacional, hemos adelantado un trayecto que una parte del mapa pareciera apenas en algunos casos gatear, y en otros caminar como lento, amargo animal, que somos, que hemos sido. Cada quien con su historia, pero cada fenómeno global con la impronta de lo inexorable.
Desatender máximas como, más sabe el diablo por viejo que por diablo, acelera la caída de estructuras, nos deja de un soplo sin Partenón.
Recientemente la Iglesia Católica tituló al Cardenal Henry Newman como Santo. Cada victoria y reconocimiento de la vida de los hombres que son elevados a esos altares responde al clima que nos acoge. Dijo el mismo Newman muchas cosas sobre el concepto de la verdad, entre ellas eso de que antes de aprender a amar, debemos aprender a odiar.
El “milagro venezolano” está en que pueblo y líderes redescubran ambas tesituras.
Mis likes de enero.
Entre las variaciones de Pacheco en Caracas, eclipses y la interpretación de la pequeña historia, se acaba el mes donde el resto del mundo se pone en marcha y aquí solemos calcular cuando cae el Carnaval. Los tuits citados no significan fantasía que pueda perjudicar la realidad.
@elhijodeofelia: ¿Por qué haces esta película? Justamente porque no puedo explicarlo.
@torrivilla: He visto el sol ponerse en la costa del Pacífico de todas las maneras posibles. No somos mejores que un simple y feroz atardecer.
@juanpecamara: Pelo malo es una belleza de película. Vale la pena buscarla hasta el fin del mundo.
@azparren1: Parece que el Papa Francisco no puede ser imperfecto como el resto de los seres humanos.
@rodcasares: Mientras tanto lean poesía, los poetas contemporáneos están contando al país. Cierro hilo.
@JacGoldberg: Mi lema este año, junto a Charles Dickens: «Cuando lo hayas encontrado, anótalo».
@natiniacos: La hora en que deseo que el día tuviera más horas para estar contigo es esta. El alba y los camiones, los panaderos en silencio y la prensa: este es un día y otro el que se ha ido.
@Samuh: ¿Será el eclipse? Porque diosmío.
@Mibelis: El triunfo de 2015 -no contemos su pésima administración- lo empujó un liderazgo capaz de neutralizar la angurria de los extremos; así ubicó estratégicamente el centro, integró eficazmente a minorías y urdió una narrativa entusiasta, incluyente. A 2020 le hará falta esa virtud.
La cima
Adam Zagajewski: El antiguo colectivismo comunista ha sido sustituido por una insaciable curiosidad sobre los tropiezos del prójimo, por un permanente espionaje, no libre de odio. El lugar de la policía secreta lo ha ocupado una curiosidad indisimulada / ¡Qué lejos estamos del ideal estoico, qué lejos de la serenidad de la iluminación budista! Pero cerca, seguramente, del paisaje real del espíritu, según lo experimentamos / La imaginación necesita apoyarse de la honestidad, en el sentido común, en la razón; ¡con tal de que no sean ellos los que ganen la cima!
@elreveron
elreveron@gmail.com
En virtud de seguir siendo testigo de mi tiempo, de amar y conocer la vida por lo que es, me atrevo a decir una vez más que Venezuela, de tanto ver hacia el vacío, el vacío empezó a ver (y sigue viendo) dentro de ella. Precursores de un continente, como se nos ha manifestado que es nuestra estrella y somos desde la fundación nacional, hemos adelantado un trayecto que una parte del mapa pareciera apenas en algunos casos gatear, y en otros caminar como lento, amargo animal, que somos, que hemos sido. Cada quien con su historia, pero cada fenómeno global con la impronta de lo inexorable.
Desatender máximas como, más sabe el diablo por viejo que por diablo, acelera la caída de estructuras, nos deja de un soplo sin Partenón.
Recientemente la Iglesia Católica tituló al Cardenal Henry Newman como Santo. Cada victoria y reconocimiento de la vida de los hombres que son elevados a esos altares responde al clima que nos acoge. Dijo el mismo Newman muchas cosas sobre el concepto de la verdad, entre ellas eso de que antes de aprender a amar, debemos aprender a odiar.
El “milagro venezolano” está en que pueblo y líderes redescubran ambas tesituras.
Mis likes de enero.
Entre las variaciones de Pacheco en Caracas, eclipses y la interpretación de la pequeña historia, se acaba el mes donde el resto del mundo se pone en marcha y aquí solemos calcular cuando cae el Carnaval. Los tuits citados no significan fantasía que pueda perjudicar la realidad.
@elhijodeofelia: ¿Por qué haces esta película? Justamente porque no puedo explicarlo.
@torrivilla: He visto el sol ponerse en la costa del Pacífico de todas las maneras posibles. No somos mejores que un simple y feroz atardecer.
@juanpecamara: Pelo malo es una belleza de película. Vale la pena buscarla hasta el fin del mundo.
@azparren1: Parece que el Papa Francisco no puede ser imperfecto como el resto de los seres humanos.
@rodcasares: Mientras tanto lean poesía, los poetas contemporáneos están contando al país. Cierro hilo.
@JacGoldberg: Mi lema este año, junto a Charles Dickens: «Cuando lo hayas encontrado, anótalo».
@natiniacos: La hora en que deseo que el día tuviera más horas para estar contigo es esta. El alba y los camiones, los panaderos en silencio y la prensa: este es un día y otro el que se ha ido.
@Samuh: ¿Será el eclipse? Porque diosmío.
@Mibelis: El triunfo de 2015 -no contemos su pésima administración- lo empujó un liderazgo capaz de neutralizar la angurria de los extremos; así ubicó estratégicamente el centro, integró eficazmente a minorías y urdió una narrativa entusiasta, incluyente. A 2020 le hará falta esa virtud.
La cima
Adam Zagajewski: El antiguo colectivismo comunista ha sido sustituido por una insaciable curiosidad sobre los tropiezos del prójimo, por un permanente espionaje, no libre de odio. El lugar de la policía secreta lo ha ocupado una curiosidad indisimulada / ¡Qué lejos estamos del ideal estoico, qué lejos de la serenidad de la iluminación budista! Pero cerca, seguramente, del paisaje real del espíritu, según lo experimentamos / La imaginación necesita apoyarse de la honestidad, en el sentido común, en la razón; ¡con tal de que no sean ellos los que ganen la cima!
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