Ver que cada vez más gente maneja aunque sea un dólar se presta para un análisis de lo que está pasando en la economía venezolana.

Algunos expertos han manifestado que la dolarización no es signo de recuperación y que viene una especie de hecatombe para la economía del país.

Puede que sea cierto para quienes ven el vaso medio vacío y no medio lleno. La dolarización está abriendo una brecha para que el comercio se recupere y que una proporción de la población haya comenzado a sentir nuevamente que su poder adquisitivo se eleva.

Estamos claros de que hay muchísimos venezolanos que no han visto ni de cerca un dólar y tampoco pueden adquirir los productos a precios
denominado en divisas.

Pero sigue siendo un punto positivo que el Ejecutivo puede aprovechar pasa sacar al país de la crisis, solo con tomar las medidas complementarias correctas.

Si el Ejecutivo pudiera lograr, con esas medidas, que más de 15% de las transacciones generales de todo el país se hagan en dólares sería un buen comienzo.

Eso los obligará a negociar con la banca y abrir a las entidades a la dolarización y en consecuencia abrir el crédito que hace tanta falta.

Pero no podemos dejar de decir lo que haya que decir. Los desequilibrios son grandes y sobre eso se debe hacer énfasis en las medidas  complementarias que siempre menciono.

En otro orden, podemos afirmar que la baja del precio del dólar en estos días se debe a que el Ejecutivo restringió el gasto público para intentar estabilizar el tipo de cambio.

El Biopago o el pago de la misma pensión ejerce presiones sobre el tipo de cambio, lo cual demuestra que tenemos una economía muy frágil que es sensible ante el gasto del Ejecutivo.

Mientras la inflación ha tenido en las últimas semanas un gran impacto en los precios, empobreciendo más a los que menos tienen.