El último proceso electoral del Siglo XIX originó una inusitada actividad de la prensa. Con la ayuda del general Joaquín Crespo, los partidarios del candidato liberal, general Ignacio Andrade, fundaron en diversas ciudades y pueblos de Venezuela más de un centenar de periódicos de propaganda. Lo mismo hizo el Partido Nacionalista para exaltar los méritos y respetable trayectoria del candidato de oposición, José Manuel “El Mocho” Hernández.

En la isla de Trinidad, en la ciudad de Puerto España, un rotativo dirigido por venezolanos titulado “El Pabellón Venezolano”, publicó el 14 de abril de 1897 una interesante crónica en la que habla sobre la candidatura del general Andrade y los últimos eventos acontecidos en Caracas.

Agitada ha estado la ciudad del Ávila en la segunda quincena del mes de Marzo; y es de esperarse que continuará creciendo la animación a medida que avance el tiempo y se acerque al periodo eleccionario.

El doctor Castillo había presidido el Congreso en 1885, en 1886 desempeñó la cartera de Hacienda, en 1888 acompañó a Crespo en su fracasada invasión a bordo del “Ana Jacinta” para derrocar a Rojas Paúl, y en 1892 fue de los más activos dirigentes civiles de la Revolución Legalista, esa que dirigió el llanero para dar al traste con el proyecto continuista de Andueza Palacio. Durante la segunda presidencia del “Tigre de Santa Inés” fue Gobernador del Distrito Federal y luego fue Ministro de Relaciones Exteriores.

Pensaba sería el heredero de Crespo, al igual que muchos otros integrantes del Liberalismo y la opinión pública. Eso lo llevó a ordenar la creación de comités, así como periódicos para respaldar su candidatura, episodio que disgustó al Presidente de la República, quien se decantó por apoyar a Andrade.

Ya lanzó su candidatura el doctor Juan Francisco Castillo; y partió la chispa que lo indujera a dar semejante paso, de un grupo de sus amigos en Valencia se pronunció por él, y le pidió su anuencia para discutir su nombre en el proceso eleccionario. En Caracas no ha tenido gran resonancia el pronunciamiento de Valencia, pues aún no se ha reunido en la capital la primera Sociedad Eleccionaria Castillista.

Lo contrario ha pasado con la del general Ignacio Andrade, formidable contendor del doctor Castillo. El 21 del pasado se reunió con un grupo de liberales en número de 1.000 personas, que instalaron una Asamblea Liberal Eleccionaria y nombraron una Junta Directiva. Para el primero de este mes se anunció la salida de su Diario de Combate, cuya redacción está a cargo del eminente publicista y orador el doctor Laureano Villanueva; su crónica está encomendada al fecundo ingenio de nuestro amigo y compañero Eduardo Díaz Lecuna.

Esta Asamblea Liberal Eleccionaria no fue la única en respaldar la decisión de Crespo de respaldar a Andrade, ya que como explica el artículo de “El Pabellón Venezolano”:

Otra sociedad, “Juventud Liberal”, se instaló días después con los mismos fines y propósitos del anterior, y publicará también un periódico, cuyo título es “La Juventud Liberal”. Esta última cuenta en su seno con 800 miembros de lo más florido y galano de la juventud venezolana; la preside el doctor Alberto Smith, y le cupo la honra de servir la Secretaría de su Dirección al Redactor de este periódico.

Ambas Sociedades proclamarán al señor general Ignacio Andrade como candidato a la Presidencia de la República para el próximo periodo constitucional; y han escogido, para lanzar su nombre a la pública discusión, el 27 de Abril, en conmemoración del glorioso triunfo de la Causa Liberal de 1870.

Los estudiantes de la Universidad de Caracas, ese semillero donde germinan las más hermosas esperanzas de la Patria, se constituyeron también en Sociedad Eleccionaria; darán luz pública “El Estudiante Universitario”, y asomarán, como las otras, la candidatura del mismo general Andrade.

Se hacía latente el hecho que Castillo no iba para el baile y Andrade sería el escogido por Crespo como sucesor dentro del seno del Liberalismo Amarillo, pero aún debía vencer al Mocho Hernández mediante votos en las urnas electorales. Cosa que no pintaba nada fácil debido a su popularidad y novedosos métodos de campaña, en la que se asesoraba con expertos norteamericanos.

En cuanto a la eventual victoria de Andrade, el “Pabellón Venezolano” culmina su nota comentando lo siguiente:

No podemos asegurar el triunfo de ésta; pero si debemos lisonjearnos de contarnos en el número de los soldados de esa candidatura, que cuenta con tantos y tan valiosos elementos; y si el éxito depende del número y de la bondad de éstos, y de la decisión de los combatientes, y de los méritos del candidato que ha tenido la fortuna de reunir a su lado tan valioso contingente, no hay duda que la victoria colmará nuestras esperanzas.

Jimenojose.hernandezd@gmail.com