Que en el ejercicio de la medicina clínica se tratan enfermos y no enfermedades, es un hecho relativamente evidente para los trabajadores de la salud. Aunque para la mayoría de los clínicos con experiencia esa afirmación no deje ninguna duda. Sigue siendo un paradigma a alcanzar en la “súper especializada” medicina actual.
El editorial principal de esta semana en el British Medical Journal (doi: 10.1136/bmj.m157) hace una afirmación que por evidente parece perogrullada: “reformar la medicina es urgente y necesario”. Nadie que conozca el desarrollo y estado del arte en la medicina actual, se atrevería a contradecir dicha afirmación. Sin embargo, al argumentar sus razones posiblemente el editor se quede corto.
“Multimorbilidad”
Siguiendo la línea anterior otro editorial (doi: 10.1136/bmj.l6964), firmado por las principales autoridades académicas y gremiales de la medicina del Reino Unido, hace un llamado de atención sobre el reto que supone el aumento de la “multimorbilidad”. Los autores recuerdan en primer lugar el gran avance que ha supuesto el desarrollo de la medicina científica. Pero inmediatamente reconocen que el alcance de estos avances son insuficientes, al enfrentar las múltiples condiciones y alteraciones que presenta cada paciente.
Medicina en racimos
Una de las visiones alternativas que presenta el editorial, es la posibilidad de ver las múltiples afecciones como derivaciones de un tronco común. Una forma mental que sin duda ayuda en el caso de ciertas enfermedades. Pero sigue dejando por fuera a una gran cantidad de condiciones de comorbilidad.
El llamado de atención sobre la necesidad de un profesional “holístico”, posiblemente nosotros diríamos “integral”, es notable. Hacen una referencia final al aforismo del gran Sir William Osler: “cuidar más particulamente al paciente individual, que las características especiales de la enfermedad”. Todo un reto para una medicina alejada de las humanidades. Centrada en la enfermedad y no en el enfermo.
jagamez@icloud.com
@vidavibra
El editorial principal de esta semana en el British Medical Journal (doi: 10.1136/bmj.m157) hace una afirmación que por evidente parece perogrullada: “reformar la medicina es urgente y necesario”. Nadie que conozca el desarrollo y estado del arte en la medicina actual, se atrevería a contradecir dicha afirmación. Sin embargo, al argumentar sus razones posiblemente el editor se quede corto.
“Multimorbilidad”
Siguiendo la línea anterior otro editorial (doi: 10.1136/bmj.l6964), firmado por las principales autoridades académicas y gremiales de la medicina del Reino Unido, hace un llamado de atención sobre el reto que supone el aumento de la “multimorbilidad”. Los autores recuerdan en primer lugar el gran avance que ha supuesto el desarrollo de la medicina científica. Pero inmediatamente reconocen que el alcance de estos avances son insuficientes, al enfrentar las múltiples condiciones y alteraciones que presenta cada paciente.
Medicina en racimos
Una de las visiones alternativas que presenta el editorial, es la posibilidad de ver las múltiples afecciones como derivaciones de un tronco común. Una forma mental que sin duda ayuda en el caso de ciertas enfermedades. Pero sigue dejando por fuera a una gran cantidad de condiciones de comorbilidad.
El llamado de atención sobre la necesidad de un profesional “holístico”, posiblemente nosotros diríamos “integral”, es notable. Hacen una referencia final al aforismo del gran Sir William Osler: “cuidar más particulamente al paciente individual, que las características especiales de la enfermedad”. Todo un reto para una medicina alejada de las humanidades. Centrada en la enfermedad y no en el enfermo.
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