Tecnología, nutrición, investigación y humanismo, TNIH, son parte del presente y futuro de la medicina del siglo XXI. Ya muy temprano, un siglo atrás, en 1906, lo advirtió el bachiller Rafael Rangel: “…combato a la distinción entre el clínico y el hombre de laboratorio, el médico y el experimentador”. Hoy pues, resulta que es casi imposible obviar la importancia de la tecnología y la investigación en la clínica médica y la quirúrgica con aplicaciones tan poderosas como la salud y medicina digital, la robótica e inteligencia artificial[1].
En 2019 coincide con Rangel el médico estadounidense, Eric Topol, autor del libro Deep Medicine (Basic Books, aún no traducido al español): “Eventualmente, los médicos adoptarán inteligencia artificial y algoritmos como sus compañeros de trabajo”. Las nuevas tecnologías de la salud y medicina digital incluyen los dispositivos vestibles y biosensores de signos vitales, telemedicina y asistentes virtuales de salud, historias médicas electrónicas, la ingeniería y edición genética, el genoma y las “ómicas”, la imagenología y robótica quirúrgica, la cadena de bloques o blockchain, los datos masivos o big data, y el aprendizaje de máquinas o inteligencia artificial profunda.
La nutrición es más compleja y personalizada que nunca, con el añadido del ritmo circadiano del metabolismo y la microbiota intestinal o metagenoma, que es responsable en gran parte de nuestra salud y la respuesta inmune e inclusive mental, a enfermedades comunes. Hoy más que nunca toma vigor el dictum hipocrático, “Que la comida sea tu medicina”.
Para completar un plan TNIH, sin embargo, se requiere mayor humanismo en sus aplicaciones por equipos transdisciplinarios conscientes de ese nuevo poder tecnológico, así como leyes que regulen ese futuro próximo. Será necesario también una actitud más compasiva hacia el paciente vulnerable y el individuo sano en busca de prevención. ¿Cómo abordar esta realidad? Lo veremos en una próxima entrega.
1] https://www.eluniversal.com/el-universal/58702/la-reforma-medica
@rrangelaldao
En 2019 coincide con Rangel el médico estadounidense, Eric Topol, autor del libro Deep Medicine (Basic Books, aún no traducido al español): “Eventualmente, los médicos adoptarán inteligencia artificial y algoritmos como sus compañeros de trabajo”. Las nuevas tecnologías de la salud y medicina digital incluyen los dispositivos vestibles y biosensores de signos vitales, telemedicina y asistentes virtuales de salud, historias médicas electrónicas, la ingeniería y edición genética, el genoma y las “ómicas”, la imagenología y robótica quirúrgica, la cadena de bloques o blockchain, los datos masivos o big data, y el aprendizaje de máquinas o inteligencia artificial profunda.
La nutrición es más compleja y personalizada que nunca, con el añadido del ritmo circadiano del metabolismo y la microbiota intestinal o metagenoma, que es responsable en gran parte de nuestra salud y la respuesta inmune e inclusive mental, a enfermedades comunes. Hoy más que nunca toma vigor el dictum hipocrático, “Que la comida sea tu medicina”.
Para completar un plan TNIH, sin embargo, se requiere mayor humanismo en sus aplicaciones por equipos transdisciplinarios conscientes de ese nuevo poder tecnológico, así como leyes que regulen ese futuro próximo. Será necesario también una actitud más compasiva hacia el paciente vulnerable y el individuo sano en busca de prevención. ¿Cómo abordar esta realidad? Lo veremos en una próxima entrega.
1] https://www.eluniversal.com/el-universal/58702/la-reforma-medica
@rrangelaldao
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones