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El día de la sentencia

La participación de Copei en procesos electorales del 2017 y 2018 fue exitosa: tenemos alcaldes, concejales y legisladores de estado

  • MERCEDES MALAVÉ

07/12/2019 05:00 am

Amigos y simpatizantes nos preguntan pormenores de la última sentencia del TSJ sobre Copei. Sin entrar en detalles del escrito, nuevamente estamos en manos de una junta ad hoc (o junta interventora para los asuntos internos de Copei) lo cual implica, ciertamente que nos han hecho retroceder. Habíamos salido de los tribunales el pasado 27 de agosto de 2019, bajo la condición de cosa juzgada, caso cerrado. Antes de acabar el año, nos devolvieron a la misma situación previa al mes de agosto (junta interventora ad hoc) en la que permanecíamos desde el 2015.

Las razones

Salir de los tribunales era sumamente necesario para fortalecer la vía electoral. Todas las instituciones del Poder Público se identifican con Maduro y su círculo de poder. Si las fuerzas democráticas estamos pidiendo condiciones electorales, cambio de CNE y una salida electoral del conflicto, mal podíamos nosotros contribuir a ello bajo tutela o intervención judicial. La desjudicialización de Copei no fue un hecho individual sino colectivo; no fue un favor recibido sino el resultado de una política llevada adelante con la ayuda de los dirigentes estadales y municipales de Copei. Esa política consistió básicamente en dos decisiones: mantenernos en la vía electoral participando en toda elección convocada por el órgano electoral (a pesar del ventajismo y de todo lo que sabemos), y mantener una postura de centro alejándonos de los extremos.

La participación de Copei en procesos electorales del 2017 y 2018 fue exitosa: tenemos alcaldes, concejales y legisladores de estado. La directiva de los estados se reunió en Caracas y designó una dirección nacional provisional para llevar adelante dos tareas: implementación de nuevos estatutos y proceso electoral interno de las autoridades municipales, regionales y nacionales.

Todo esto en medio de una convulsionada situación política nacional, agitada por el extremismo de lado y lado. Algunos partidos que concurrieron con nosotros a los procesos electorales mencionados (MAS, AP, Cambiemos, Soluciones, El Cambio, etc.) decidieron emprender un esfuerzo de diálogo nacional con el gobierno, llamado Mesa de Diálogo Nacional. Nosotros decidimos concentrarnos en el fortalecimiento de la vía electoral, mediante el crecimiento de nuestra organización, de abajo hacia arriba. Nunca nos prestamos a cuestionamientos irresponsables generados por quienes consideran que el camino del diálogo y la negociación de esos partidos con el gobierno refleja posiciones de divisionismo, falsedad y continuismo. Para nosotros el continuismo siempre ha estado alimentado por los extremos, en su fracasado y recurrente intento de salidas de facto con costos fatales.

Autoridad

El día de la sentencia conocíamos la maniobra del gobierno para hacerse nuevamente con la tarjeta y las siglas de Copei. Dos operadores políticos provenientes de la pasada junta ad hoc se habrían prestado nuevamente para retomar la condición antigua del partido. Existen razones de tipo doméstico para auto justificarse: necesidad de poner orden administrativo, adelantar diligencias ante organismos públicos, etc. Siempre traté de explicarles que nada de eso justificaba el regreso a la tutela judicial. Ellos siguieron adelante en complicidad con los factores más extremos del chavismo.

El día de la sentencia quise dejar constancia en las actas de la dirección nacional de Copei que mi decisión de no avalar la maniobra judicial en complicidad con el gobierno, por razones puntuales de tipo administrativo, residía en mi respeto a la autoridad moral como un valor fundamental para la vida social; no la autoridad impuesta ni decretada, sino la que viene inspirada por el ejemplo, aquella que actúa como guía y orientación. Esa autoridad moral que impone quien se ha ganado la potestad de conducir e invita de forma natural a la lealtad.

Mi decisión está signada por no prestarme a una división de Copei, entendiendo que es la hora de la unidad y que todo comienza por casa, y se fundamenta en que Copei y el Ifedec se mantengan indivisos alrededor de la figura más representativa de la democracia cristiana venezolana: el doctor Eduardo Fernández. Seguimos siendo fieles a que nada ni nadie nos aparte de nuestro propósito fundacional: construir una alternativa de organización política, electoral e independiente. Seguimos trabajando; nada nos detiene.

@mercedesmalave
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