Gobernanza tecnológica mundial
A pesar de estos esfuerzos multilaterales, no termina de concretarse un marco normativo para el uso de las nuevas tecnologías...
La nueva dinámica mundial refleja los esfuerzos de distintos países por consolidar sus iniciativas tecnológicas a nivel mundial. Así, cada día se hacen ingentes esfuerzos para establecer estándares que permitan la masificación de las tecnologías emergentes y den liderazgo tecnológico a las naciones. En este orden, los Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Japón y China despliegan su capacidad para competir, mientras el resto de países del mundo siguen las tendencias, se adaptan a los cambios y observan de cerca los acontecimientos que están dando forma a una gobernanza tecnológica mundial en construcción.
Este nuevo esfuerzo de gobiernos y ciudadanos surgió, ante la necesidad de más regulación del sector mundial de tecnología, en enero de este año como iniciativa de los países participantes del Foro Económico Mundial en Davos. A la par de esto, más de setenta países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) iniciaron negociaciones acerca de las normas que deben regir el comercio electrónico. Y en junio, durante la cumbre del G20 de Osaka – Japón, se creó la Alianza Global de Ciudades Inteligentes, una red interconectada de urbes que trabaja en estándares y pautas universales para la incorporación de las nuevas tecnologías en las ciudades inteligentes (Smart cities).
El objetivo de la alianza es unir a los gobiernos municipales, regionales y nacionales con el sector privado, como socios, para promover la transparencia, la seguridad y la privacidad en las ciudades. Con esto se espera tener el entorno propicio para la implementación de las nuevas tecnologías, la promoción de la innovación y el uso eficaz de los recursos, que permita promover las actividades sostenibles y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
A pesar de estos esfuerzos multilaterales, no termina de concretarse un marco normativo para el uso de las nuevas tecnologías. Los avances tecnológicos son más significativos y cada país, en función de su capacidad tecnológica, defiende y promueve su estándar. Estados Unidos sigue expandiendo su alcance, asignando recursos y promoviendo The Digital Connectivity and Cybersecurity Partnership (DCCP) con la intención de mejorar la conectividad digital de los países miembros de la Iniciativa del Indo-Pacífico e impulsar la tecnología estadounidense. La UE y Japón impulsan el intercambio de productos tecnológicos, servicios y capacidades mediante el Acuerdo de Asociación Económica UE-Japón; coordinando estándares y políticas en áreas como: Internet de las cosas, ciberseguridad, movilidad automatizada, e intercambio digital libre de impuestos para productos y servicios digitalizados como e-books, películas y software. Y China, con la intención de expandir su influencia tecnológica y aumentar la conectividad digital, insiste en su esquema de posicionamiento de hardware y promoción de inversiones; al respecto, empresas chinas de Internet y productos tecnológicos están por el mundo desarrollando infraestructuras de fibra óptica y telecomunicaciones 5G, servicios satelitales, proyectos de ciudades inteligentes y centros de datos.
De esta manera, las acciones de varios países dan forma al panorama tecnológico mundial. Unos promueven marcos institucionales para asegurar el uso de sus tecnologías, mientras que otros, con igual objetivo, impulsan la participación de empresas y el flujo de inversiones. Todavía no hay nada concreto acerca de la protección de datos, la interoperabilidad de las redes de telecomunicaciones, y la promoción de mejores prácticas tecnológicas, por ello, el mundo debe seguir atento a la configuración de la gobernanza tecnológica mundial.
@zerpasad
Este nuevo esfuerzo de gobiernos y ciudadanos surgió, ante la necesidad de más regulación del sector mundial de tecnología, en enero de este año como iniciativa de los países participantes del Foro Económico Mundial en Davos. A la par de esto, más de setenta países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) iniciaron negociaciones acerca de las normas que deben regir el comercio electrónico. Y en junio, durante la cumbre del G20 de Osaka – Japón, se creó la Alianza Global de Ciudades Inteligentes, una red interconectada de urbes que trabaja en estándares y pautas universales para la incorporación de las nuevas tecnologías en las ciudades inteligentes (Smart cities).
El objetivo de la alianza es unir a los gobiernos municipales, regionales y nacionales con el sector privado, como socios, para promover la transparencia, la seguridad y la privacidad en las ciudades. Con esto se espera tener el entorno propicio para la implementación de las nuevas tecnologías, la promoción de la innovación y el uso eficaz de los recursos, que permita promover las actividades sostenibles y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
A pesar de estos esfuerzos multilaterales, no termina de concretarse un marco normativo para el uso de las nuevas tecnologías. Los avances tecnológicos son más significativos y cada país, en función de su capacidad tecnológica, defiende y promueve su estándar. Estados Unidos sigue expandiendo su alcance, asignando recursos y promoviendo The Digital Connectivity and Cybersecurity Partnership (DCCP) con la intención de mejorar la conectividad digital de los países miembros de la Iniciativa del Indo-Pacífico e impulsar la tecnología estadounidense. La UE y Japón impulsan el intercambio de productos tecnológicos, servicios y capacidades mediante el Acuerdo de Asociación Económica UE-Japón; coordinando estándares y políticas en áreas como: Internet de las cosas, ciberseguridad, movilidad automatizada, e intercambio digital libre de impuestos para productos y servicios digitalizados como e-books, películas y software. Y China, con la intención de expandir su influencia tecnológica y aumentar la conectividad digital, insiste en su esquema de posicionamiento de hardware y promoción de inversiones; al respecto, empresas chinas de Internet y productos tecnológicos están por el mundo desarrollando infraestructuras de fibra óptica y telecomunicaciones 5G, servicios satelitales, proyectos de ciudades inteligentes y centros de datos.
De esta manera, las acciones de varios países dan forma al panorama tecnológico mundial. Unos promueven marcos institucionales para asegurar el uso de sus tecnologías, mientras que otros, con igual objetivo, impulsan la participación de empresas y el flujo de inversiones. Todavía no hay nada concreto acerca de la protección de datos, la interoperabilidad de las redes de telecomunicaciones, y la promoción de mejores prácticas tecnológicas, por ello, el mundo debe seguir atento a la configuración de la gobernanza tecnológica mundial.
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