El emprender supone una gran capacidad de organización para establecer prioridades y estructurarlas de forma tal que permita sacar el mejor provecho de los recursos, así como planificar y accionar en base a metas establecidas en lapsos alcanzables. Para esto es necesario contar con un método de trabajo.
Método, según las más variadas interpretaciones, es una manera de realizar algo de forma sistemática, organizada y estructurada, toda vez que se hace uso de técnicas y herramientas para desarrollar una tarea o acometer una empresa. Asimismo, también refiere a la forma que algunas personas realizan cotidianamente unas acciones basándose en sus experiencias, costumbres y sistema de valores y creencias.
Del uso planificado y estructurado del método viene la eficiencia como fórmula que resulta del cumplimiento del trabajo con elevados estándares de perfección, que permite a su vez alcanzar las metas establecidas utilizando la menor cantidad de recursos.
Para poder establecer un método y aplicarlo de manera eficiente se debe hacer una observación detallada de la situación, crear una estructura que permita resolver los diferentes escollos de manera armónica, progresiva y sistemática para alcanzar la solución general con una propuesta holística que incida en todos los factores del proceso, los mejore y nazca de allí la estrategia que permita un funcionamiento optimo.
En el caso que nos ocupa, la comunicación efectiva para los emprendedores, con la experiencia, la formación académica y la capacitación constante logramos diseñar un método sencillo y eficiente de siete pasos para que los no comunicadores asuman las riendas de mostrar efectivamente sus productos y servicios, posicionarlos y venderlos. Y para quienes puedan contratar servicios de agencias y community manager, no está demás que conozcan el mundo de la comunicación para que sepan que servicios solicitar y no se dejen engañar con fórmulas incompletas. La formación es factor de importancia capital para un emprendimiento que se constituye para triunfar.
Lo primero que se debe tener a la mano es la posibilidad de determinar adónde se quiere llegar, cuál es la meta. Para ello es necesario saber que es realmente la comunicación y como incide en nuestra vida personal y social. También conocer cómo se moldea la masa y cuáles son las reacciones que produce el mensaje dirigido.
El primer paso es establecer cuál es el producto real y el producto comunicacional. Que ofrece, sus características y cómo se ha de vender destacando sus beneficios y las necesidades que viene a satisfacer. Se conceptualiza el producto.
Una vez definido el producto delimitamos el público al que vamos a abordar. Estudiamos el mercado, ubicamos el segmento y establecemos nuestro nicho. Debemos estudiar las condiciones y condicionantes de ese público objetivo al que le vamos a hablar para convencerlo, ganarnos su confianza, fidelizarlo y venderle. La construcción del Buyer persona nos delimita de manera cercana al futuro cliente y nos permite hablarle directamente.
Allí construimos la imagen del producto para que sea empática con el público y muestre sin problemas lo que representa. Se debe analizar con cuidado si el propio emprendedor es el producto. De ser así se debe construir un Branding persona para fortalecer e impulsar con estrategia propia al emprendedor – producto.
Así llegamos al cuarto paso: el diseño de la estrategia. Aquí se parte de un análisis situacional estudiando los diferentes factores que van incidir en el producto y su comunicación. Luego se diseñan los objetivos y se estudian los mecanismos para alcanzarlos. Es de suma importancia que cada objetivo sea medible y modificable en poco tiempo.
En el quinto paso ubicamos establecer los medios para proyectarnos. Según el producto, los recursos y las estrategias, se definen los canales, plataformas y herramientas de difusión y promoción.
Con toda esta base estructurada y sistematizada abordamos la construcción de la imagen gráfica que es, sin dudas, parte esencial de nuestro mensaje. En este sexto paso se establecen los colores y la tipografía, además se conceptualizan y preproducen las fotografías y videos que acompañarán y anclarán nuestro mensaje.
Por último, el séptimo escalafón del método de comunicación eficiente para emprendedores: el mensaje. Aquí, luego de establecidos conceptos y estrategias, se redactaran mensajes para todos los canales y plataformas. Se estudian y aplican diferentes técnicas para que el mensaje informe, convenza y genere confianza, sensibilice, atrape y cautive y, finalmente, venda y fidelice.
Este método esta diseñado con base científica y teórica para crear el mensaje que vende, ese que necesita el emprendedor para mostrarse y darse a conocer; ganar espacios y posicionarse; vender y crecer.
Aprende, crea y emprende.
Comunicador social UCV
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