En una economía tan cambiante, nuestro empresariado petrolero nacional no solo ha asumido el reto de transitar este complicado escenario, sino que además se ha comprometido a permanecer y apostar a la reactivación de la industria, para coadyuvar a la transformación del primer aparato generador de renta en el país, La Industria Petrolera Nacional.
Y esto nos lleva a realizar un análisis minucioso de ¿Dónde estamos?, ¿Dónde queremos estar? y ¿Que necesitamos para llegar allí? Y tomando en cuenta, la mermada operatividad y débil situación financiera en la que hoy nuestro empresariado nacional esta, vemos que todas las respuestas nos conducen a la necesaria unión de los diferentes actores del mundo empresarial venezolano.
Es sin lugar a dudas, un cambio de paradigmas y una nueva forma de hacer negocios, en donde apoyándonos en las fortalezas de cada uno, podamos ofrecer soluciones integrales a las diferentes necesidades que la industria petrolera necesitara al momento de la reactivación.
Esto pasa por comprender, la imperiosa tarea de fortalecer los valores en nuestras empresas y comenzar a ver a nuestros pares, no como una competencia, sino como aliados, ya que ante la eventual recuperación de la infraestructura petrolera estaríamos en condición de minusvalía, ante las grandes y poderosas contratistas foráneas.
Compromiso, lealtad, transparencia y credibilidad, sean quizás parte de las prácticas que tengamos que comenzar a revisar y fortalecer, para poder conformar alianzas, conglomerados o cualquier tipo de asociación, que nos permita ser parte importante en esta etapa de reconstrucción.
Estamos en uno de los momentos más críticos y complicados, que alguna vez en toda la historia petrolera nacional hayamos estado, ¿Son tiempos difíciles? Sí claro, y como tales debemos asumir una postura conforme al entorno, para poder ser elementos de utilidad y de transformación para la industria.
Y el compromiso está en posicionar nuevamente a nuestra industria petrolera nacional como una fuente confiable de suministro de hidrocarburos y sus derivados a nivel mundial, elevar la producción con los más altos estándares de calidad y seguridad en todos los procesos que conlleva la cadena de valor, desde el pozo hasta el puerto de embarque y su comercialización y, adicionalmente, dar el justo reconocimiento humano, laboral, técnico y social a todos sus trabajadores.
Para conseguir estos positivos resultados, debemos entender que esta industria petrolera es de todos los venezolanos, sin distinción de ningún tipo. Bien vale la pena apostar por nuestro país, que tanto lo necesita y avanzar hacia una transformación y reactivación del aparato petrolero nacional porque “no estamos comenzando de cero”. Tenemos un paso adelante.
Siempre será un buen momento para ponernos de acuerdo y comenzar la reconstrucción de nuestra Industria Petrolera Nacional. Tenemos el valioso talento humano, la infraestructura y contamos con las reservas petroleras más grandes del planeta.
Es compromiso de este gremio y todas sus empresas afiliados, apoyar en todo lo que sea necesario para lograr este cometido. Por ello, estamos en constante promoción de nuestro Plan de Reactivación de la Industria, donde detallamos de manera técnica, una vía para la recuperación del sector.
“Valores, trabajo y compromiso, son elementos fundamentales para iniciar un proceso de cambio y transformación, con miras a la reactivación de nuestra Industria Petrolera Nacional”.
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