Venezuela tuvo en el siglo XX cancilleres notables (Itriago Chacín, Gil Borges, Morales, Arcaya, Falcón Briceño, Iribarren Borges, Calvani, Consalvi, Burelli, para nombrar sólo algunos). Catedráticos, académicos, historiadores y juristas de gran valía intelectual y ciudadana. Uno de ellos fue el merideño Caracciolo Parra Pérez (1888-1964), autor de una vasta obra histórica entre cuyos títulos destacan Historia de la 1ra. República, Mariño y la Independencia (5 tomos), Mariño y las guerras civiles (3 tomos) y Miranda y la Revolución Francesa (2 tomos).
En su libro Incursiones Periodísticas (2004), selección de artículos publicados en El Universal, el profesor universitario Héctor Grisanti Luciani (1926-2019), magistrado de la antigua Corte Suprema, señala que Parra Pérez inició su carrera como agregado en la Legación de Venezuela en Francia en 1913, a la edad de 25 años. Fue uno de los primeros diplomáticos de carrera del Ministerio de Relaciones Exteriores. Embajador de Venezuela en Francia, Italia y Suiza, además de delegado en la Sociedad de las Naciones, fue designado ministro de Relaciones Exteriores (1941) por el presidente Isaías Medina Angarita, el general civilista que profundizó la transición democrática iniciada por su antecesor, Eleazar López Contreras.
Grisanti Luciani destaca la actuación del canciller Parra Pérez en la fundación de la Organización de las Naciones Unidas, cuya acta constitutiva firmó en San Francisco, en 1945. El jurista Parra Pérez fue presidente de la IV reunión de la Conferencia, a la cual se le encargó la redacción del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia. En su intervención, el estadista andino propuso incorporar “principios esenciales” como la igualdad absoluta de los estados, el respeto por su integridad territorial y la obligación de recurrir a medios pacíficos para resolver las controversias internacionales.
Parra Pérez puso especial énfasis en la constitución de la Corte Internacional de Justicia, señalando en la plenaria: “…esencial para la buena marcha de las relaciones entre los estados es, sin duda alguna, la Corte Internacional de Justicia… uno de los principales objetos del trabajo de la Conferencia es darle la autoridad más completa y la mayor eficacia a su gestión”.
@lxgrisant
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