Trapos rojos invaden la atmósfera política en la idea de matar el tiempo de la gente. Es una estratagema muy antigua conocida desde los tiempos del imperio Romano. Los llamados espectáculos y torneos de “Pan y Circo” tenían precisamente el objetivo de distraer al pueblo… a la plebe. Y aislarla de los asuntos del Estado y de los problemas. Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda del Tercer Reich, utilizó los conflictos bélicos y las diferencias con otros países para imponer en la opinión pública el concepto de “raza única” y su lucha contra los judíos. La propaganda Nazi creaba por la radio enemigos externos e internos para unificar a los alemanes. Donde el culto a la personalidad (Hugo Chávez) jugaba un papel importante. Lo mismo está haciendo el régimen de Maduro, se hace el sueco con el problema principal de los venezolanos. ¡El económico, la hiperinflación, los precios de alimentos y medicinas! Repite cadenas para hablar de los conflictos con Colombia, EEUU y sobre el territorio del Esequivo. Son cortinas de humo para posicionar entre la ciudadanía temas de discusión y conversación.
Bombardeo de noticias manipuladas
¡Es una acción manipuladora! Que usa recursos y técnicas psicológicas; aquellas llamadas psicología de masas. Que tienen efectos colaterales en las conductas, actitudes y opiniones de los individuos. Hay que considerar que el aparato comunicacional e informativo que maneja el gobierno es terriblemente grande. Que pudiera abarcar directamente (a ojos de buen cubero) a más del 75% de la población electoral. Posee más de 300 emisoras comunitarias, alrededor de 100 periodicos alternativos y unos 50 canales de TV, alineados con el gobierno. Como si eso fuera poco realizan cadenas de medios cada día. Mantienen una férrea vigilancia en las emisoras comerciales independientes y hay casos que hasta las han cerrado por criticar al gobierno. La gente recibe un bestial bombardeo de noticias e informaciones que salen de sofisticados laboratorios de propaganda. Su misión es confundir, establecer falsas expectativas, aparentar poderío del gobierno, desacreditar y dividir al liderazgo opositor.
La ineptitud gubernamental
El gobierno está consciente de la desesperante situación por la que atraviesa el pueblo. Sus ingresos no cubren ni siquiera dos productos básicos de la dieta diaria. Pero no hace nada porque hace rato llegó a su máximo nivel de incompetencia. Les rodea catastróficamente el Principio de Peter. Ineptitud a todos los niveles de la administración pública. Campea la malversación, la corrupción y la improvisación. No existen planes y su gestión la guía principalmente la función de apaga fuego. ¡Candelita que se prende candelita que se apaga! Gobernadores y Alcaldes carecen de una concepción integral y holista de la realidad y sus problemas. Enmarañados en miles de asuntos y crisis por déficit en los servicios públicos (agua, electricidad, gas, aseo urbano, seguridad y telefonía), gastan el tiempo haciendo proselitismo político y entregando ayudas monetarias y alimenticias. Mantienen salarios de hambre y se hacen la vista gorda ante la tremenda especulación desatada. La burocracia es una agencia de empleo para adeptos al régimen y plegados a los cantos de sirena del socialismo del siglo XXI.
Lo que pase con Colombia es imprevisible
Yo no sé si se va a producir un conflicto armado entre Colombia y Venezuela. Francamente, no tengo información digna de crédito, en este sentido. Lo que si sé es que EEUU tiene nueve bases militares en el país vecino. Y estaría feliz por el conflicto. Le pondrían la salida en bandeja de plata a los gringos, que hace rato quieren derrotar al gobierno de Maduro. ¿Quién le hace el juego a quien? ¿Estaría el gobierno, como dicen en Europa, “trabajando para los ingleses”? Lo que también sé es que este tema no es para francotiradores “Un Sukhoi, llega a Bogotá en once segundos”. En una confrontación entre Colombia y Venezuela, Estados Unidos, obviamente, se cuadraría con Colombia… militarmente. La postura del país, más parece un ardid político, que tiene efectos internamente, entre sus aliados y en Occidente. Se hace la víctima y negocia convenientemente con sus socios estratégicos. De paso sirve para unificar y compactar a las FFAA. El discurso a lo interno de las FFAA es “leales siempre… traidores nunca”. En fin, ¿que puede pasar en este juego macabro y con candela? Eso es, por ahora, realmente imprevisible…
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