Todos hablan de publicidad, muchos, de manera sencilla esbozan o intentan hacerlo sobre su poder y alcance. Muchos otros creen saber que es y más aun saber practicarla. En algunos casos son medias verdades. Lo que sí es digno resaltar es la capacidad de esta herramienta para promocionar, mostrar, posicionar y vender y que muchos, con un poquito de ingenio, pueden crear mensajes sencillos que impulsen sus emprendimientos.
En la publicidad existen variados detalles de interés, pero sin duda el mensaje y el canal de transmisión son de vital importancia y con éstos se llegará efectivamente al público objetivo, aquél que consumirá, pues tanto el producto como el mensaje están definidos para él.
Con un producto con bondades para un segmento de público que requiere de él y un mensaje que resalte los beneficios más que las cualidades, logrará impactar positivamente en la audiencia y si el producto es de la calidad que se ofrece, entonces se hará de cuotas del mercado de sus competidores y en casos el mercado crecerá por el posicionamiento de su marca o producto. Para eso es la publicidad, no sólo para vender, sino para ampliar y consolidar los mercados, segmentos y nichos. Al final del camino, mayores ventas.
¿Pero cómo logra la publicidad todos estos objetivos? Muy sencillo: persuade. Convence a la masa que su producto es mejor que la competencia, que se tiene la necesidad de comprarlo, que es novedoso y que mejorará la vida del consumidor.
Recordemos que ya Aristóteles por la antigua Grecia sostenía que “la comunicación no es más que la persuasión con todos los medios que tenemos a nuestro alcance”.
Hasta hace unos pocos años era obligatorio, como dueño o promotor de un producto o marca –anunciante para los efectos- contactar a una agencia de publicidad que diseñaba mensaje y estrategia del producto, para enviarlo a una agencia de medios que definía los canales de transmisión y de allí a los medios de comunicación para incidir, con el mensaje, en los consumidores.
Ahora, aunque la anterior estructura persiste, hay mecanismos similares adaptados a aquellos productos que antes estaban fuera de sistema por los elevados costos de la inversión publicitaria.
En el caso del emprendedor que comienza su negocio con limitados recursos, pueden ellos definir los límites y beneficios de su producto e ir con un community manager y un social media manager para plantear una estrategia de marketing digital que les permita presencia en el Internet y las Redes Sociales como canales de promoción de su marca o producto.
Los más arriesgados se capacitarán para ellos mismos trabajar sus redes mientras crece su emprendimiento. Para ello más allá de las redes e internet, debe saber de comunicación. Las herramientas y técnicas que le permitan desarrollar un mensaje claro, conciso y directo que le impulse al éxito.
Si tu eres de estos últimos, tienes un gran espacio ganado pues el empuje y la conciencia de tener que aprender para emprender, te facilitará entender la dinámica que te lleve a sobreponerte a los errores y aplica correctivos que te ayuden a continuar con el impulso de tu producto.
Ya que vas a construir tus propios mensajes es bueno que utilices algunas técnicas para atraer y convencer a los potenciales consumidores.
Utiliza la escasez como fórmula que permita entender que tu producto es limitado, que de no existir una urgencia de compra muy posiblemente el potencial cliente se quedará sin adquirirlo. “Cupos limitados” es un mensaje de este tipo.
Crea mensajes en los que los potenciales clientes se vean identificados con los testimonios y sus protagonistas, esto impulsará la venta bajo una técnica llamada la aprobación de pares.
Y otra técnica efectiva es crear la necesidad a través del temor, potenciar los riesgos de los compradores por no consumir tu producto. “Tu cabello no tendrá el brillo de las estrellas”, o por el estilo.
Estas estrategias a diario te invaden, lo que sucede es que son imperceptibles en un estado de conciencia.
Es importante plantear estas técnicas con un sentido ético, sin ánimo de estafar, de eso dependerá el éxito del mensaje.
Puedes hacerlo. Plantéalo con tú emprendimiento y seguramente impactarás positivamente en tu público objetivo, ese segmento y nicho que esperan de tú propuesta para satisfacer su necesidad.
Aprende, crea y emprende.
Comunicador social UCV
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