Tal y como ocurrió con Venezuela, EEUU sufrieron, incluso, un proceso de colonización y de guerra de independencia.

Las costas del este de EEUU fueron exploradas durante el siglo XVI por navegantes franceses, ingleses y españoles. Por la colonización que inició Inglaterra durante el siglo XVII (1607-1733) se establecieron unas 13 colonias hacia la vertiente etlántica: Virginia, Massachussets, Maryland, Rhode Island, New York, New Jersey, Connecticut, New Hamsphire, Delaware, Carolina del Norte, del Sur, Pensylvania y Georgia. Pero, estas colonias entraron el conflicto con los establecimientos franceses del norte: Canadá y del sur: Luisiana. Por el Tratado de París, en 1763, ésta pasó a España, hasta 1803. Sin embargo, el intento de Inglaterra de imponerles una tributación exorbitante, condujo a sus colonos, a guerra por unos ocho años (1775-1783), que enfrentó a las 13 colonias con Inglaterra y finalizó con la derrota británica en la batalla de Yorktown (9-10/1781), Virginia. No obstante, el 4/7/1776 EEUU proclamó la independencia de las 13 colonias, y comenzaron a denominarse Estados Unidos de América, bajo el mando de George Washington, como primer presidente. Inglaterra reconoció su independencia mediante Tratado del 3/9/1783, tras culminación de la guerra.

Conforme a los derechos naturales del hombre, Thomas Jefferson redactó la declaración de independencia de EEUU. Llama a estos derechos “verdades evidentes por sí mismas” y las enumera de una forma solemne y hasta casi religiosa: “Todos los hombres han sido creados iguales y dotados por su Creador con ciertos derechos inalienables que comprenden la vida, la libertad y búsqueda de la felicidad”, jamás un ideal político, sino un impulso individualista.

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