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Hoy quiero hablar de Melilla

No toda su historia es rosa pues las guerras han sido las mismas que en el resto de España, al igual que las hambrunas y las penurias; pero mejor dejemos ese tema para los historiadores

  • DAVID BITTAN OBADÍA

16/06/2019 05:00 am

Melilla es una ciudad muy antigua y, geográficamente estratégica para España. Es el punto de encuentro y ejemplo de convivencia entre judíos, cristianos, hindúes y musulmanes y un modelo de tolerancia a seguir por la Venezuela excluyente de hoy.

Melilla remonta su intensa historia al siglo II a.C, pero fue refundada en 1556 por la Corona Española, es decir: 162 años antes de que el Rosellón fuera francés, 279 años antes de que se constituyera Estados Unidos de América y 460 años antes de la constitución de Marruecos como país independiente. Nadie cuestiona su españolidad. En Melilla se cruzan las emociones, por su historia y atractivo patrimonial.

En Melilla comprendí que me encontraba en una tierra que “algún día pisé”. Me enamoré de sus calles, olores y sabores del puerto, del verde de su exótico mar, así como de la majestad de sus sinagogas, iglesias y mezquitas.

“El patrimonio arquitectónico de Melilla está considerado, junto con el de Barcelona -por encima del de Madrid y Valencia-, como uno de los mejores exponentes del Estilo Modernista Español de principios del siglo XX ”.

No toda su historia es rosa pues las guerras han sido las mismas que en el resto de España, al igual que las hambrunas y las penurias; pero mejor dejemos ese tema para los historiadores.

Melilla cuenta hoy con un inmenso catálogo de sitios turísticos de referencia, lugares exóticos, modernos, antiguos y maduros, que la convierten en un destino de interés cultural y patrimonial.

A Melilla la hermanamos con Caracas en el año 2007, durante un emotivo acto auspiciado por una persona Ilustre y querida: Don Sady Cohen. Para ese entonces se le entregó a las autoridades de Venezuela el busto de Francisco de Miranda, cedido por la Ciudad Autónoma de Melilla, pues Miranda defendió a Melilla durante el asedio de 1775. Muy pocas ciudades de España cuentan con un capítulo similar, de tanta cercanía con la historia de Venezuela.

“Melilla sí que tiene un color especial. Melilla sigue queriendo a su gente. Melilla: cariñosa, tan morena, gitana y tan hermosa”.

davidbittanobadia@gmail.com
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