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País potencia

La gran mayoría de lo que era privado, fue al Estado, y el resultado, en el mejor de los casos, disminuyó lo producido a una tercera parte. Con esas políticas, no habrá país potencia...

  • EDGARD ROMERO NAVA

22/05/2019 05:00 am

Los dos últimos gobernantes de la revolución, han manifestado que Venezuela apunta a ser un país potencia. Además de desearlo, para lograrlo, se requiere, ser un país moderno. Venezuela, hasta finales de la década de los 50, fue un país potencia y además apuntábamos a ser un país del primer mundo. Logramos tener un reactor nuclear cerca de los Teques. Con gobernantes y políticos, mayoritariamente honestos y con voluntad de ser servidores públicos. Uno de tantos ejemplos, el presidente del Metro, José González Lander. Nuestros yacimientos, de materias primas de petróleo y hierro, nos proveían de los recursos necesarios, para desarrollar la infraestructura en hospitales, escuelas y universidades, de excelencia. Contábamos con las mas modernas vías de comunicación y con las últimas tecnologías. Existía una libertad económica plena. El crecimiento era constante y las fortunas criollas, se invertían aquí, en diferentes actividades. Contábamos con seguridad jurídica, y fortaleza de la moneda. 

En la década del 60 empezó la era democrática, donde se aprobó una nueva Constitución. Garantizando la libertad económica pero, casi de inmediato, fue suspendida. Se estableció el criterio de empresas básicas y estratégicas para el Estado, se decretó la Reforma Agraria, se instauró el control de precios, que llegó a principios de la década de los 80, con el control de cambio. Hubo 2 intentos de rectificar y fueron parcialmente exitosas pero políticamente indeseables. Se mantuvo congelado, el precio de la gasolina y cuando se comenzaba a observar los beneficios de la rectificación económica, y la apertura petrolera, llegó la revolución. Y en nombre del pueblo y la soberanía, se estatizó la mayoría de las actividades económicas, se vendieron o hipotecaron las inversiones del país en refinerías del extranjero. 

La gran mayoría de lo que era privado, fue al Estado, y el resultado, en el mejor de los casos, disminuyó lo producido a una tercera parte. Con esas políticas, no habrá país potencia y será complicado desmontar 20 años de mensajes populistas. 

@eromeronava
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