1.- Definitivamente, si los integrantes del sexteto delas seis Mesas Técnicas que se han constituido para la construcción del Plan Estratégico de Estabilización y Reimpulso del Sistema Eléctrico Nacional logran ofrecerle una respuesta satisfactoria a la Nación antes, por lo menos, de la conclusión del mes de abril, Venezuela pudiera estar en condiciones de iniciar una etapa verdaderamente superadora de la peor de las crisis nunca antes vivida por la economía del país.
2.- Si, por el contrario, el equipo no da la talla y los apagones se convierten en una rutina nacional, incluyendo a Caracas como ejemplo de un paso en falso, la cuantificación del efecto que ha producido la deficiencia del servicio eléctrico hasta este momento, y la cual la ubican actualmente en un 70%, pudiera quedarse pequeña.
3.- Sin duda alguna, tanto el Ejecutivo como los citados técnicos, expertos y funcionarios seleccionados para ocuparse de semejante responsabilidad, tienen que estar conscientes de que el compromiso es de una magnitud inconmensurable; de tal proporción que no puede estar atado al sistemático uso de argumentos para el diferimiento de las respuestas que necesitan el país y los venezolanos.
Prolongar la desburocratización
4.- Cultivar, producir y distribuir alimentos entre un racionamiento del servicio eléctrico que tiende a anarquizarse por el incumplimiento de los lapsos establecidos para el uso del mismo, y, desde el luego, la imposibilidad de evitar que el ciclo de enfriamiento no responda a la estratégica importancia de hacerle frente a los daños que inducen el verano, como la carencia de suficientes unidades de transporte para la movilización de la carga, impone que la gerencia pública desburocratice su respuesta ante el exigente cuadro de demandas de asistencia y apoyo gubernamental.
5.- ¿A qué cree que le está haciendo frente el funcionariado de los entes públicos responsables de la expedición de permisos, guías y/o similares?. La subjetividad de los procedimientos administrativos han tomado tanto cuerpo en la Nación, que cuando el esquema de trabajo al que deben someterse las unidades económicas responsables de atender lo que demanda la población, en muchos casos, ya no dependen del cumplimiento de las normas, sino del capricho –y en muchas veces del carácter- de la concepción burocracia que tenga el funcionario en el ejercicio de sus funciones.
6.-No se exige ni tampoco se plantea que la ciudadanía ignore el cumplimiento de la norma. Pero sí que el funcionario administrador sea un verdadero gerente con poder y autoridad; no un burócrata que se resista a aceptar que el país necesita de un desempeño más dinámico de parte de quienes están al frente del Estado en sus diversas dependencias.
Lo prioritario es el petróleo
7.- Volvió el economista Jesús Faría a la palestra pública, y su primer planteamiento, desde luego, hizo que la atención económica nacional e internacional se centrara en su inquietud: el tema petrolero. Y debía ser así: Venezuela y su economía han girado alrededor del negocio petrolero desde más de un siglo.
8.- Relegarlo del debate económico venezolano, incluso, de todas las horas-hombre que se le dedican a lo político y diatribas que sobrecargan a la población de más y más angustias, precisamente, en atención a esa realidad y apartar a lo petrolero, equivale a no admitir que dicho negocio del que vive el país, mucho antes debió haberse convertido en el gran activador y motivador de los venezolanos llamados a canalizar soluciones; no a vigorizar más diferencias, discordias y culto al distanciamiento.
9.- ¿Lo que dice Farías, es de lo que debería ocuparse Venezuela?. No el único. Sí de los primeros entre todos los que le garanticen al país respirar aire fresco, y reencontrarse con el sin fin de oportunidades de que dispone para no continuar engendrando dudas y desesperanzas. Oportunidades hay y muchas. Pero el mundo de los negocios petroleros en un país petrolero, definitivamente, tiene que pasar a recuperar el espacio global del que nunca debió haber salido ¿o autoexcluirse?
Ella no se ha ido
10.- Es verdad. Todos los que llegaron a creer en que se habían desmantelado las causas de la hiperinflación y que, por lo tanto, se estaban echando las bases para una progresiva estabilidad económica nacional, olvidaron uno de los elementos dinamizadores de dicho serio problema: lo fiscal y lo monetario. Los pasos que se dieron en materia cambiaria, sin duda alguna, delinearon el camino por el que, supuestamente, habría de avanzarse para que se produjeran los demás hechos que terminarían sirviendo de soporte para el esperado avance renovador. Pero no fue así.
11.- La espera terminó en una prolongación suya, en más espera. Y ahora se produce el desprendimiento del Paralelo, a la vez que “se deja caer la buena nueva” de que, en asunto de pocos días, habrá de producirse un nuevo aumento salarial, sin que se sepa si, para llegar hasta allí, la economía venezolana ha alcanzado condiciones y posibilidades de provocar semejante decisión.
12.- Por lo pronto, nadie que esté en su sano juicio, puede dudar que la hiperinflación no se ha ido de Venezuela. En parte, porque no se ha decidido todo lo que habría de haberse hecho, si es que se le quiere derrotar. También motivado a que para que ella cese en su incontenible expansión, como comenzó a hacerse sentir en noviembre de 2017, desde entonces, debió trabajarse con dedicación para que no llegara a los niveles de hoy. Pero, además, que si se actuaba en atención a dicha situación, de igual manera, había que no desatender el rol que le correspondía desempeñar desde entonces, a quien mantenía empresas y podía estar interesado en seguirlo haciendo: el sector privado.
La sequía de combustible
13.- Cada familia que ha podido hacerlo, ha promovido inversiones y adquirido “plantas” para generar electricidad y satisfacer sus requerimientos. Cada empresa que ha tenido que hacerlo, atendiendo anteriores obligaciones impuestas por el Gobierno, ha hecho otro tanto. Y ambos, que hoy se encuentran comprometidos con la situación que se ha creado, a partir del 7 de marzo cuando se produjo el primer mega apagón, se enfrentan a la misma realidad: carencia de combustible.
14.- Cada uno trata de solventar su delicada situación. Nadie lo hace a satisfacción. Y el resultado es la presencia de una oferta cuyo precio se hace definitivamente inaguantable, además de que la calidad de la fuente energética líquida presiona para que haya desplazamiento hacia el sector del gas. Pero la expectativa de solucionar la necesidad no se corresponde con lo que los compradores pueden erogar-
Analista Económico, Político y Consultor Empresarial
tsociasl@gmail.com
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