Es muy serio lo que se juega en la situación actual de Venezuela: La posibilidad del encuentro entre ciudadanos, sobre diferencias que permanecerán, para construir la casa común, frente a la muerte y la destrucción que puede marcarnos por muchos años.
La insistencia del Presidente y de la mayoría de gente de bien para dar el espacio que requiere a la emoción y a la razón no puede detenerse a riesgo de señalamiento por parte de los extremistas, de quienes ven derrotado al contrario y evaden la situación real que nos aqueja a todos los habitantes de la patria, especialmente a los más débiles. Por eso la responsabilidad de reconocernos renunciando al odio destructivo. Reconocernos en diferencias y respetarnos con ellas.
Las premisas anteriores son indispensables si de verdad queremos el bien común y no solamente llegar a espacios de poder por el poder mismo y sus beneficios particulares. Lo peor para todos es el desasosiego, la marcha entre gritos y amenazas que hacen perder la ruta a los opositores, ya debería haberles dado lecciones aquellos que pretenden convertir la tarea de gobernar en una batalla por la sobrevivencia y la vida diaria en un escenario de guerra.
Necesitamos la racionalidad y la convivencia para la vida en común, para la formación de nuestros niños y jóvenes, para la ejecución de los planes y para recibir las críticas y propuestas de los ciudadanos sin la amenaza de que detrás de la protesta viene la invasión extranjera.
El liderazgo opositor serio está obligado para conversar en el respeto y presentar frente al país y frente al gobierno sus planteamientos serios, distintos de rabietas y pronunciamientos que lleven a espacios que produzcan males mayores.
Los que piden la invasión y la solución con la bota extranjera deberían consultar la opinión de sus propios militantes, aún de los más duros. Está muy dentro del alma venezolana el concepto de autonomía, de dignidad. Por eso la mano sistémica del presidente Maduro para la conversación y el acuerdo es pertinente, es el camino de la razón.
fariascardenas@gmail.com
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