El pasado sábado 30 de marzo tuvo lugar en Madrid la celebración de la Noche de los Teatros, que giró fundamentalmente en torno a la figura de Federico García Lorca. De manera similar, pocos días antes y con motivo del Día Mundial del Teatro, diversos eventos exploraban la huella que el inmortal granadino dejara en las letras y en las artes. Se trata de las primeras actividades que se realizan en el marco del Año Lorca 2019, un programa con el que la Comunidad de Madrid ha querido festejar el centenario de la llegada del poeta a la capital española.
En efecto: Lorca arribaría a Madrid en la primavera de 1919, a punto de cumplir los 21 años. Varios de sus s amigos se habían trasladado a esa ciudad y no tardó en unirse a ellos gracias a Fernando de los Ríos, quien le ayudó a convencer a sus padres para que le permitieran proseguir sus estudios en la Residencia de Estudiantes. Para entonces ya había publicado su libro Impresiones y paisajes, en el que abordaba temas políticos y manifestaba sus intereses estéticos. Esta obra, según se dice, fue fruto de los viajes por Baeza, Úbeda, Córdoba, Ronda, León, Burgos y Galicia promovidos por el profesor Martín Domínguez Berrueta, profesor de Teoría de la Literatura y de las Artes.
El apego del poeta a Madrid se manifiesta, por ejemplo, cuando en 1922 le dirige a sus padres una carta, tras haber abandonado sus estudios de Derecho, suplicándoles que le permitan permanecer en la capital: “Si me devolvéis a Granada, me ahogo», expresaría. No es de extrañar esta posición, ya que entre 1919 y 1926 tuvo oportunidad de relacionarse en la mencionada Residencia de Estudiantes con muchos de los escritores e intelectuales más importantes de España, como Luis Buñuel, Rafael Alberti o Salvador Dalí.
Las actividades que conmemorarán este centenario son numerosas: todos los festivales de la Comunidad (Suma Flamenca, Madrid en Danza y el Festival de Otoño, entre otros) exaltarán la figura del poeta; se celebrará el Congreso Internacional Lorca: 100 años en Madrid, se organizará el maratón El sueño de Federico, y está previsto lanzar una reedición didáctica de El público, una de las obras más difíciles del escritor.
Aunque Lorca es un grande en el campo e la literatura, su persona se recuerda universalmente por haber fallecido víctima de la persecución política, lo cual anticipó en Fábula y rueda de tres amigos, poema escrito durante su estancia en la Universidad de Columbia, y publicado en Poeta en Nueva York: “Cuando se hundieron las formas puras /bajo el cri cri de las margaritas/ comprendí que me habían asesinado”.
Nunca estuvo afiliado a ninguna fuerza política. Detestaba los partidos y resistió la presión de sus amigos para incorporarse a la facción comunista, pese a afirmar que siempre estaría del lado “de aquellos que no tienen nada y que ni siquiera pueden disfrutar de nada de lo que tienen en paz”.
Lorca fue interrogado, antes de que lo mataran, sobre sus preferencias políticas. Respondió que se sentía al mismo tiempo "católico, comunista, anarquista, libertario, tradicionalista y monárquico".
Señala Antonio Gala, con acierto, que la obra de Lorca debe durar más que un régimen político y que sus consecuencias, pero es inevitable que su figura trascienda como icono de las injusticias que se cometen en nombre del amor a la patria por aquellos que la aman “con una venda en los ojos", expresión que utilizó en una entrevista publicada el 10 de junio de 1936.
Por fortuna, la justicia existe, y como afirmara él mismo en Bodas de Sangre: “Tú crees que el tiempo cura y que las paredes tapan, y no es verdad, no es verdad…”
linda.dambrosiom@gmail.com
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