El apagón del 7 de los cursantes se debió a una concausa: la causa lejana fue la colosal e impune corrupción en el sector eléctrico y encima la pasmosa ineficacia en mantenerlo. El Gobierno lo desmiente; pero jamás respondió los graves señalamientos públicos de expertos (como el presidente –Ing. Winston Caba– de la Asociación de Ingenieros Electricistas, entrevistados por los periodistas Vanessa Davies y Vladimir Villegas) pese a que la ciudadanía tiene derecho a explicaciones.
Empero, la más eficaz causa fue el ultra tecnificado saboteo a la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar (la cuarta más grande del mundo) en la Represa del Guri. El ataque cibernético dejó sin electricidad a Venezuela por cien horas y causó un sinfín de calamidades, siendo las más graves el colapso hospitalario en emergencias (en terapia intensiva –sobre todo– y en unidades de neonatos o insulinodependientes puede haber muertes inmediatas o mediatas sin diálisis); la mayor inseguridad ciudadana; la falta de agua potable y la rápida pérdida de víveres. Hubo muertes, lesiones y daños.
Los Convenios de Ginebra prohíben el terrorismo en los conflictos armados internacionales (el IV, Art. 33 –“toda medida de intimidación o terrorismo queda prohibida” – y por el Protocolo I adicional, Arts. 51, 2°; y 27, 33, 34, 53, 56 y 75) o nacionales, en el Protocolo II. El Art. 56 del Protocolo I Adicional prohíbe los ataques a obras que contengan fuerzas peligrosas. Y el Art. 15 del Protocolo II Adicional: “Las obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas, a saber, las presas, los diques (…) no serán objeto de ataques (…) cuando puedan producir (…) y pérdidas importantes en la población civil”.
El ciberterrorismo ataca los sistemas informáticos de los servicios esenciales de un país, como p.ej. la energía. El F.B.I. descubrió WEBS para sabotear sistemas de energía con técnica digital. En EE.UU. creen que así los ciberterroristas están en el umbral de usar la red para derramar sangre y matar mucha gente. Cadena perpetua para esos terroristas manda aplicar la ley estadounidense “CSEA” o Cyber Security Enhancement Act. La CIA advirtió al Senado sobre la pavorosa amenaza del ciberterrorismo: mucha más información en http://plumaidonea.blogspot.com/?m=1 y en https://www.instagram.com/plumaidonea/
Sin embargo, EE.UU. no suscribió el Protocolo Adicional del Convenio sobre cibercriminalidad (Budapest), por creer que la “libertad de expresión” se limita si se prohíbe toda la pornografía infantil virtual y no sólo la explícita; pero la US Patriot Act (EE.UU.) tipifica el “terrorismo doméstico” que “envuelve actos peligrosos a la vida humana (…) Intimidación o coerción a la población civil e influenciar la política del gobierno por medio de intimidación o coerción”.
En la famosa revista estadounidense Forbes, su columnista el académico Leetaru expresó en 2015, que los Gobiernos usarían guerra cibernética para debilitar a un adversario antes de invadirlo. Y en 2019 que, en el caso de Venezuela, “la idea de que un gobierno (…) interfiera de forma remota en su red eléctrica, es bastante realista”.
Nota bene: en mi artículo del 28-2-2019 en El Universal, afirmé que el 23-2-2019 la destrucción de camiones “fue en tierra colombiana”. Así lo ratificó The New York Times –el diario más prestigioso del mundo– en un informe en el cual nombró a Rubio, Bolton, Grenne y Pompeo: “Ninguno de estos funcionarios de los EE.UU. ofreció ninguna prueba definitiva (…) este incidente demuestra cómo estos funcionarios de los EE.UU. usan informaciones no verificadas para difundir su versión de los hechos (…) y es el ejemplo clásico de cómo actúa la desinformación: se hace una afirmación no probada y se amplifica por personas influyentes”.
De Venezuela no se tiró nada incendiario ni con armas de fuego, pese al crimen de agresión hecho desde Colombia, que justificaría tal defensa: Trump ordenó disparar a los migrantes que violentaran la frontera estadounidense…
Hay urgente necesidad de que el Gobierno llame a elección presidencial: eso es el clamor principal y repetitivo de los opositores criollos y extraños. Ahora el presidente de la Asamblea Nacional, diputado Guaidó, ha dicho que lo único negociable son unas “elecciones libres”. ¡Transíjase en ello! La Patria ¿no merece el ceder en su bien común y supremo? Esa elección es la clave de parar en seco a los agresores y dar solución al tremendo peligro habido: nada importa que la ONU y gran parte del mundo esté contra el invadir Venezuela. En 2003 EE.UU. aseguró –con reiteración– que atacaría a Irak aun en contra del Consejo de Seguridad de la ONU.
Tal elección es el busilis de la terrible cuestión. El oficialismo no debe sentir aprensión después de ganar veintitrés de veinticinco elecciones. Y si pierde, pues entregaría el mando. Por eso ha mucho cuestioné lo de “Fuerza Armada Socialista”, porque podrían ser elegidos los capitalistas. Por lo demás, la Patria bien merece esfuerzos y aun sacrificios. ¿O no?
aaf.yorga@gmail.com
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