¿Cuántas veces hemos escuchado: lo que no se dice no se hizo? Aunque parezca una exageración para algunos, esa frase no solo es real, sino contundente en su esencia y aleccionadora para todo aquel que desea emprender.
Comunicar es más que aquel viejo concepto de la escuela: emisor – mensaje – receptor. La comunicación tiene sus complejidades y así lo demuestran tantos las ciencias que la estudian como la infinidad de teorías y técnicas que la nutren.
Inicialmente, el mensaje va con una carga importante de las cosmogonía de mundo del emisor, sus creencias y sistema de valores van inmersos y se retratan en su forma de ver y percibir la realidad.
El mensaje en sí mismo, más allá de los códigos de su construcción, se ve permeado por el entorno y las circunstancias, lo que le puede dar relevancia o simplemente hacerlo poco atractivo y desechable. El momento de la comunicación es una variable para prestarle atención.
Ese receptor del mensaje también maneja sus creencias, valores y códigos propios y como sujeto social está marcado no solo por las circunstancias, sino por el imaginario colectivo, por lo que su interpretación del mensaje va a depender de sus intereses y entorno. Su interpretación, respuesta y retransmisión del mensaje va a estar signado por su personalidad y sus creencias como sujeto social.
En la dinámica de hoy, por la inmediatez y amplitud que brindan las ya no tan nuevas tecnologías de información y comunicación TIC´s, más que cuidadosos se debe ser estratega a la hora de construir mensajes, sobre todo si estos son para potenciar un emprendimiento. Como dice el experto SEO Ramiro Garcés: “todo lo que publiques puede ser usado en tu contra”.
Todo este mapa social también nos dice que hay que buscar diferentes alternativas de comunicación. Hay quienes creen que si están en internet con un portal web o tienen una cuenta en Instagram ya están comunicando y eso no es del todo cierto.
Por eso lo primero es conocer bien el producto o servicio y el alcance que este tendrá, tanto geográfico como de prestaciones. Si su servicio es la plomería no requiere un Instagram en inglés por ejemplo y, de pronto, ni siquiera necesitaría una cuenta en esta red social a menos que mas allá de ofrecer sus servicios pueda dar claves sobre cómo mantener en buen estado el sistema de aguas potable y servidas de una vivienda. En este caso, privará más un mensaje y medio focalizado al área geográfica y potenciales consumidores de su producto.
Por lo antes expuesto, luego de analizar el producto, podemos pensar en Internet como una segunda herramienta para mostrar un negocio pero pueden existir otra variables que apunten en la misma dirección o en sentido contrario.
El público objetivo, los potenciales consumidores del producto o servicio, son también de análisis. No todos están conectados a Internet ni en Redes Sociales. Y no es un asunto meramente geográfico. Claro está, la red puede ser una gran páginas amarillas pero hay que saber cómo debemos estar presentes para no incurrir en gastos innecesarios.
De los 7.676 millones de personas que habitan este planeta sólo 67% están conectados a Internet, unos 5.112 millones. De esos están en Redes Sociales 3.484 millones, lo que representa 45% de la población mundial.
En el caso de realizar un emprendimiento en Venezuela hay que considerar que 60% está conectado a Internet y sólo 40% de los venezolanos son usuarios de las Redes Sociales.
Si su emprendimiento tiene como consumidor final a productores del estado Apure, según Conatel para mediados de 2018 la conectividad a Internet alcanzaba 23%, por lo que su forma de comunicar debe priorizar otras herramientas. Si su caso es de un servicio turístico en Margarita, debe saber que el año pasado se movieron por el mundo 1,4 billones de viajeros según la OMT y que a Suramérica llegaron 30 millones y al Caribe más de 32 millones. En este caso, monte una buena página, diseñe una buena estrategia para sus Redes Sociales y a trabajar.
Recuerde tener siempre presente evaluar el alcance del producto y servicio y el consumidor final. Una vez logrado esto, con un poco de estudio, o contratando a profesionales, haga de su comunicación el mecanismo de atrapar consumidores y el camino al éxito.
Comunicador Social UCV
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