La NASA afirma que la temperatura promedio de la superficie de la tierra en el 2018 fue la cuarta más alta en 140 años. 18 de los 19 años más calientes han ocurrido desde el 2001. Schmidt (NASA) resalta que hablar del cambio climático no es hablar del futuro: “Es aquí, es ahora”. Hay una clara correlación entre estas cifras impactantes, de suba de la temperatura planetaria, y los niveles crecientes de gases invernadero como el dióxido de carbono y el metano producidos por actividades humanas. La temperatura promedio ha superado ampliamente a la del siglo XIX. 

Las tendencias son problemáticas. Según el panel Premio Nobel de la Paz de la ONU para impedir que la temperatura suba más que el 1.5% sobre la previa a la revolución industrial, la producción de petróleo y gas debería caer en un 20% para el 2030 y un 55% para el 2055. Exxon proyecta que va a suceder lo contrario, la demanda de ambos crecerá en un 13% para el 2030. Aún en la industria del automóvil donde se están lanzando muchos modelos de autos eléctricos, se estima que para el 2030, el 85% de los vehículos seguirán usando motores a combustión. El calentamiento global está conduciendo al derretimiento del Ártico, y de los glaciares. El Ártico ha tenido mayores temperaturas en los últimos 5 años que desde 1900. Se calienta actualmente a una cifra, que dobla la cifra promedio en el resto del planeta. Ello provoca todo tipo de desequilibrios en cadena, e incide fuertemente en las temperaturas extremas que vive la tierra. 

El contexto climático global genera una suba sustancial de la frecuencia y magnitud de los huracanes, inundaciones, sequías e incendios de bosques. Así el 2018, fue el primer año en que los costos de los incendios de bosques superaron a los de los huracanes en EEUU. El número de meses con precipitaciones pluviales récord, subió en un 25% en EEUU entre 1980 y 2013. En África sucedió lo opuesto. No llueve. El número de meses con sequías récord aumentó en un 50% en el Sahara Africano. 

Un estudio de la American Meterological Society sobre eventos climáticos extremos encontró que en el 70% de los casos había una relación sustancial entre ellos y el cambio climático.